En la segunda audiencia del juicio celebrada este martes 27 de junio, en el Tribunal Superior Electoral (TSE), el juez instructor del proceso contra Jair Bolsonaro en Brasil, halló culpable al ex presidente de abusos de poder en las elecciones de 2022 y votó a favor de inhabilitarlo durante 8 años.
La justicia brasileña continuará el jueves el juicio contra el expresidente, con el análisis de los otros seis magistrados que componen la corte electoral y que definirán el futuro político del líder de derecha.
El Tribunal Superior Electoral (TSE) juzga a Bolsonaro por supuestos ataques proferidos contra el sistema de votación electrónica en Brasil durante una reunión con embajadores en julio de 2022, tres meses antes de las elecciones que dieron por ganador a Luiz Inácio Lula da Silva.
En la sesión del martes, el juez Benedito Goncalves, fue el único en manifestarse y votó por inhabilitar políticamente por 8 años, ya que concluyó que Bolsonaro usó su entonces posición de jefe de Estado “para degradar el ambiente electoral”, “incitar un estado de paranoia colectiva” y fabricar “teorías de la conspiración” con “informaciones falsas” y “mentiras atroces”.
“No es posible cerrar los ojos ante los efectos antidemocráticos de los discursos violentos y las mentiras que ponen en jaque la credibilidad de la Justicia electoral”, afirmó el juez instructor en la lectura resumida de su voto, de 382 páginas en total.
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El caso se refiere a la acusación por lanzar duros ataques contra el sistema de votación en 2022, aún siendo presidente.
En julio del año pasado, en una reunión con Embajadores, Bolsonaro arremetió contra la justicia electoral, a la que acusa de no querer transparencia en las elecciones presidenciales, y cuestionó la vulnerabilidad de las urnas electrónicas.
«Queremos corregir fallas, queremos transparencia, democracia de verdad. Estoy siendo acusado de golpe todo el tiempo estoy cuestionando antes porque tenemos tiempo de resolver el problema, con la propia participación de las Fuerzas Armadas», dijo Bolsonaro.
Ese encuentro, calificado de “aberrante” por Gonçalves y en el que el entonces mandatario vertió sospechas bien fundadas sobre las urnas electrónicas de Brasil, fue transmitido por la televisión pública y las redes sociales del capitán de la reserva del Ejército.
Bolsonaro acabaría perdiendo las elecciones de octubre de ese año por un estrecho margen ante el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que asumió el 1 de enero.
No obstante, Gonçalves optó por la absolución del que fue compañero de fórmula de Bolsonaro, el general Walter Braga Netto, al “no haber sido demostrada su responsabilidad” en el caso.
En este sentido, el magistrado señaló a Bolsonaro, de 68 años, como “el integral responsable” del evento con los embajadores, en función de los testimonios recabados en la investigación, entre ellos varios de sus más próximos ministros.
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Mientras se celebraba el juicio, Bolsonaro, que se declara inocente, publicaba en su canal de Telegram los logros de su gestión (2019-2022) frente a “narrativas maliciosas”.
El juicio comenzó el jueves de la semana pasada con la lectura del informe del caso y las exposiciones orales de la acusación, la defensa de Bolsonaro y el Ministerio Público, que igualmente pidió condenar al exjefe de Estado y despojarlo de sus derechos políticos.
Cabe señalar que los jueces del tribunal supremo de Brasil son todos de tendencia izquierdista, alineados con Lula, por lo que muchos analistas infieren en que todo se trata de una persecución política que busca que el exmandatario no se presente en las próximas elecciones de 2026.
En el pasado, el juez Alexandre de Moraes -férreo antagonista de Bolsonaro- votó a favor de anular las condenas de Lula (PT) en el ámbito del caso más grande corrupción en ese país, el Lava-Jato, por las que el actual presidente había sido acusado, procesado y condenado.
