El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró este martes que los efectivos militares y los servicios de seguridad de Rusia lograron detener una guerra civil durante la rebelión armada de 24 horas llevada a cabo por el grupo de mercenarios rusos Wagner.
Durante un acto en la plaza de las Catedrales del Kremlin, Putin afirmó: «Ustedes protegieron el orden constitucional, la vida, la seguridad y la libertad de nuestros ciudadanos, salvando así a nuestro país de la agitación y deteniendo una guerra civil».
En el evento, el presidente reunió a representantes de las agencias de seguridad y defensa de Rusia que participaron en el operativo antiterrorista del fin de semana.
Según Putin, los militares y agentes de los servicios de inteligencia «impidieron la rebelión, cuyo resultado inevitable hubiera sido el caos». Destacó su actuación precisa y coordinada en una situación difícil, demostrando su lealtad al pueblo ruso y a su juramento militar, así como su responsabilidad hacia el destino de la patria y su futuro.
Putin recordó que los uniformados garantizaron el funcionamiento de los principales centros de mando, las instalaciones estratégicas, incluidas las de Defensa, la seguridad de las zonas fronterizas y la retaguardia de las unidades que continuaban combatiendo en el frente.
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Además, el presidente resaltó que no fue necesario retirar unidades de la zona de la operación militar especial en Ucrania.
También honró la memoria de los pilotos fallecidos durante la sublevación, elogiando su valentía y cumplimiento del deber militar, y solicitó un minuto de silencio en su honor.
Putin enfatizó que la decisión y el coraje de los efectivos, junto con la unión de toda la sociedad rusa, desempeñaron un papel fundamental en la estabilización de la situación. Añadió que aquellos involucrados en la revuelta se dieron cuenta de que el ejército y el pueblo no estaban de su lado.
El presidente destacó que el despliegue rápido y preciso de las unidades permitió frenar el desarrollo de una situación extremadamente peligrosa en el país y evitar víctimas civiles.
En su tercera intervención sobre la rebelión armada desde el pasado sábado, Putin agradeció a todos los efectivos de las Fuerzas Armadas, los servicios de orden público y la inteligencia por su servicio, coraje y valor, así como por su lealtad al pueblo ruso.
Las autoridades rusas dijeron este martes que cerraron una investigación criminal sobre la rebelión armada encabezada por el jefe mercenario Yevgeny Prigozhin, sin cargos contra él ni contra ninguno de los otros participantes.
El Servicio Federal de Seguridad, o FSB, explicó que su investigación encontró que los involucrados en el motín “detuvieron las actividades dirigidas a cometer el crimen”.
Actualmente el líder de la banda, Prigozhin, se encuentra exiliado en Bielorrusia junto con sus seguidores, mientras que los integrantes de Wagner que no participaron en el motín serán absorbidos por el ejército ruso.
