Según un informe del 20 de junio del Wall Street Journal (WSJ), que cita a funcionarios estadounidenses actuales y anteriores, China y Cuba planean establecer una nueva instalación de entrenamiento militar conjunto en la isla, una medida que podría hacer que las tropas chinas se desplieguen a solo 100 millas de la costa de Florida.
A raíz del informe, un funcionario de la administración Biden dijo que Estados Unidos «no puede confirmar esa información ni hacer comentarios específicos al respecto». Seguimos preocupados por las actividades de larga data [de China] con Cuba», y añadió que Pekín «seguirá tratando de aumentar su presencia en Cuba, y nosotros seguiremos trabajando para interrumpirla», informó POLITICO.
Los funcionarios chinos se apresuraron a declarar que los informes eran inexactos y dijeron que el régimen no está al tanto de ninguna negociación con Cuba para establecer una instalación de entrenamiento militar conjunto en la isla.
Cuando se le preguntó al portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, sobre los planes informados, dijo: “No estoy al tanto de la situación que ha mencionado. Esperamos que las partes involucradas se esfuercen más en cosas que conduzcan a mejorar la confianza mutua y el desarrollo pacífico y estable de la región”.
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El informe del WSJ se produce después de que el secretario de Estado, Antony Blinken, se reuniera con el líder de la China comunista, Xi Jinping, el lunes, la primera reunión de este tipo en cinco años.
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Si bien tanto Blinken como Xi dijeron que sus conversaciones fueron constructivas, no se identificaron resultados claros y, según los informes, China se negó a restablecer las comunicaciones entre militares, algo que Washington buscaba.
Blinken dijo a los periodistas el lunes: “Creo que es absolutamente vital que tengamos este tipo de comunicaciones, de militar a militar. Ese imperativo, creo, solo fue subrayado por incidentes recientes que vimos en el aire, en los mares”.
La semana pasada, EE. UU. admitió que China había establecido una base de espionaje en Cuba que ha estado operando desde al menos 2019.
El 8 de junio, el WSJ, citando a «funcionarios estadounidenses familiarizados con inteligencia altamente clasificada» y cuyos nombres no se revelaron, afirmó que el Partido Comunista Chino (PCCh) había llegado recientemente a un acuerdo multimillonario con Cuba para establecer un sistema de escucha electrónica puesto en la isla.
La intención de China es escuchar a escondidas las “comunicaciones electrónicas en todo el sureste de los EE. UU., donde se encuentran muchas bases militares, y monitorear el tráfico de barcos estadounidenses”, afirma el informe.
Exfuncionarios de la administración Trump dijeron que desconocían el establecimiento de una base de espionaje chino en Cuba en 2019, sin embargo, el exsecretario de Defensa Mark Esper dijo que “no se sorprendería” si China lo hiciera, informó POLITICO.
