El Ministro de Economía argentino, Sergio Massa, ha manifestado su disposición a renunciar a su cargo si el presidente Alberto Fernández insiste en su idea de llevar a cabo elecciones primarias abiertas (PASO) con múltiples candidatos dentro del Frente de Todos. La salida de Massa podría tener un impacto significativo en la ya castigada economía del país, lo cual ha generado inquietud entre las partes involucradas.
Desde el entorno de Alberto Fernández, consideran que los planteos de Massa son una forma de «extorsión», ya que el ministro busca convertirse en el único candidato del Frente de Todos en las elecciones presidenciales.
Durante esta semana, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunió con los tres candidatos que estarán en la boleta electoral: Axel Kicillof, Wado de Pedro y Sergio Massa. En su encuentro con el ministro de Economía, le transmitió su visión sobre el segundo semestre.
Posteriormente, Cristina Kirchner, en colaboración con Massa, inició una estrategia para alinear al peronismo, logrando que 13 gobernadores firmaran un comunicado a favor de una lista única. A pesar de los intentos de persuasión de Massa hacia el presidente, no logró convencerlo. Tuvieron una reunión privada en la Casa Rosada el miércoles y continuaron discutiendo mediante una videollamada el viernes.
Este sábado, todas las miradas estarán puestas en Massa, quien será el orador de cierre en el congreso partidario del Frente Renovador, en el DirecTV Arena de Tortuguitas, con capacidad para 12 mil personas. El lema del evento será #CreoenArgentina, un hashtag que Massa ha utilizado en redes sociales y que no forma parte de la comunicación oficial del Gobierno. Aunque Massa niega en privado cualquier intención electoral, su equipo sigue actuando como si estuviera en plena campaña.
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Entre las especulaciones que circulan en distintos sectores, también se plantea la posibilidad de que Cristina y Massa rompan con Alberto y formen una agrupación electoral con otro nombre. Por su parte, Daniel Scioli inauguró su centro de campaña a dos cuadras de la Casa Rosada. Ha recibido el respaldo de Pablo Moyano y ha continuado con una serie de actos en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano.
En un nuevo spot de campaña, Scioli compara a Argentina con un «mar embravecido» en el que perdió un brazo y se muestra en su lancha a toda velocidad. Mientras tanto, Alberto aseguró a Massa que él no controla a Scioli, aunque Santiago Cafiero y Victoria Tolosa Paz son los principales impulsores de su candidatura.
Por otro lado, las negociaciones con el FMI están avanzando más lento y con más obstáculos de lo esperado por Massa. La posibilidad de un «acuerdo hiper laxo» por parte de la administración estadounidense no parece materializarse. Esta semana, el Departamento de Estado sondeó en Buenos Aires cuál sería el riesgo de una crisis en caso de que no se realice un adelanto de los desembolsos.
Massa está considerando una estrategia arriesgada: pagar los próximos vencimientos de 700 millones de dólares y 1.300 millones de dólares el 21 y 22 de junio, respectivamente, utilizando recursos propios y aprovechando el margen de maniobra mínimo que obtuvo mediante los 5.000 millones de yuanes que consiguió en China.
