Luego de una reunión entre el presidente salvadoreño Nayib Bukele y los altos mandos de Seguridad de El Salvador el domingo, el gobierno decidió lanzar desde primeras horas de este lunes una ofensiva contra remanentes de pandillas a fin de evitar intentos de reagrupación de estas estructuras.
El gabinete de Seguridad indicó que la Mara Salvatrucha y el Barrio 18 han buscado reagruparse desde inicios de mayo, como ocurrió en Chalatenango, un departamento al norte de San Salvador, donde el 16 de mayo fue asesinado un policía.
Marvin Reyes, fundador y dirigente del Movimiento de los Trabajadores de la Policía (MTP) dijo a la Voz de América que a partir de las 12:00 de este lunes, el gobierno suspenderá licencias a todo el personal policial, es decir, que no podrán tomar descansos, una medida aún no confirmada por el gobierno salvadoreño.
Según un informe de inteligencia policial del 27 de mayo, el gobierno salvadoreño recibió la alerta de una supuesta reunión entre miembros de la Mara Salvatrucha en la que se concluyó incrementar los homicidios en el país centroamericano.
«Se tiene conocimiento que los integrantes de la Ranfla Nacional de la MS13 en días recientes sostuvieron un ‘meeting’ (reunión), del cual resultan lineamientos concretos hacia los corredores de programas y clicas a nivel nacional. Siendo el objetivo principal cometer homicidios», señala el informe, al que la VOA tuvo acceso.
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Reyes considera que ese informe y el cuarto aniversario del gobierno de Bukele podrían ser las razones de la suspensión de licencias y la ofensiva contra pandillas.
«Se manejan dos situaciones: el informe de inteligencia de fecha 27 de mayo que indica amenazas de pandillas contra personal de fuerzas de seguridad, y también que se cumplen cuatro años del gobierno del presidente Bukele, y ante manifestaciones y protestas de varios sectores sociales y organizados que se puedan generar quieren tener todo el personal a disposición», dijo a la Voz de América.
Desde este lunes, la institución policial ha anunciado varios operativos a nivel nacional. Así como retenes en las carreteras principales del país para identificar a pandilleros.
En los reportes oficiales, la policía no solo detiene vehículos particulares sino también autobuses para bajar pasajeros y revisarlos. También mantiene presencia en las terminales del transporte público y en algunas instituciones de educación.
Fuente: Voz de América
