Según el Dr. Yuba Raj Khatiwada, director del departamento de turismo de Nepal, en lo que va de la temporada de escalada, ocho personas han muerto y cinco están desaparecidas después de intentar escalar el Monte Everest, y culpó de las muertes, en parte, al cambio climático.
Las muertes también plantean dudas sobre si Nepal está emitiendo demasiados permisos para escalar en un esfuerzo por aumentar los dólares del turismo.
Si esta tendencia continúa, la cantidad de muertes de escaladores puede superar la de 2019, cuando ocurrieron 11 muertes en medio de imágenes virales de equipos de escalada desechados que se difundieron por Internet en ese momento.
Este año, el gobierno de Nepal ha emitido un número récord de permisos, 478, a un costo de 11.000 dólares estadounidenses, añadiendo aproximadamente 5 millones de dólares estadounidenses a la economía del país.
2014 fue el año más mortífero registrado cuando 17 empleados locales perdieron la vida en la montaña debido a una gran avalancha, según The Himalayan Database, una organización sin fines de lucro.
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Alan Arnette, un bloguero de montañismo que llegó a la cima del Everest en 2011, le dijo al Straits Times que la gente está «seducida y enamorada de escalar el Monte Everest, y no hay nadie allí que les diga ‘no’ porque pagaron el dinero», y agregó que los operadores de escalada, junto con las autoridades, no han tomado ninguna medida significativa para hacer que la escalada sea más segura para evitar la pérdida de ganancias.
«Es una decisión comercial pura y dura», dijo.
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Sin embargo, Khatiwada dice que el gobierno se está tomando en serio las muertes y culpó en parte de las muertes al cambio climático.
“La tasa de mortalidad es bastante alta esta temporada debido al clima y al cambio climático”, dijo a Bloomberg News por teléfono y agregó que “no hay otra razón. Estamos haciendo todo lo posible para reducir los riesgos, pero el alpinismo en sí mismo es arriesgado”.
Nepal, sin salida al mar, es uno de los países más pobres de Asia y su sector turístico, respaldado por el montañismo, es un importante contribuyente a su economía.
El Monte Everest, la montaña más alta del mundo, mide alrededor de 8.849 metros o poco más de 29.000 pies y también es accesible a través de China. Sin embargo, para intentar la cumbre desde China, los escaladores deben demostrar que han escalado previamente un pico de 8.000 metros. Nepal no tiene tal requisito, por lo que es el país preferido para intentar la escalada.
«Algunas personas que escalan lo hacen sin experiencia y con guías no cualificados», afirma Arnette, y añade: «A esa altitud y con esa dureza física, las exigencias son impredecibles. Y como resultado, no sabes lo que no sabes».
En lo que va de 2023, 97 escaladores chinos han intentado llegar a la cima, la mayor cantidad de cualquier otro país, seguidos por Estados Unidos e India.
La edad de los escaladores también está aumentando, lo que aumenta el riesgo de lesiones o muerte.
En 1982, la mediana de edad de los escaladores era de 34 años. Ahora, la edad promedio de los escaladores que intentan la cumbre es de 42 años.
