La Policía Federal de Brasil allanó la vivienda del expresidente Jair Bolsonaro como parte de un operativo para investigar un presunto fraude en la inserción de datos falsos en el sistema de vacunación Covid-19 del Ministerio de Salud.
Entre las medidas autorizadas por el magistrado Alexandre de Moraes del Supremo Tribunal Federal y acérrimo crítico de Bolsonaro, estuvo la incautación del pasaporte del exmandatario y el allanamiento y decomiso de armas, municiones, computadoras, tablets, celulares y otros dispositivos electrónicos en la residencia del expresidente y otros investigados.
Aunque de Moraes solicitó la incautación del pasaporte, la Policía Federal finalmente le permitió a Bolsonaro conservar el documento.
La Policía afirma que el certificado de vacunación de Bolsonaro fue emitido en una computadora de la Presidencia de la República, registrado en el Palacio del Planalto, y es «ideológicamente falso».
Como consecuencia, el exasistente de Bolsonaro, Mauro Cid, fue detenido en la operación. Se lo acusa de haber emitido el comprobante y manejado la cuenta del expresidente en la aplicación ConectaSUS.
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«Las inserciones falsas, ocurridas entre noviembre de 2021 y diciembre de 2022, dieron como resultado la alteración de la verdad sobre un hecho jurídicamente relevante, a saber, la condición de inmunización contra el Covid-19 de los beneficiarios. Con ello, dichas personas pudieron emitir los respectivos certificados de vacunación y utilizarlos para eludir las actuales restricciones sanitarias impuestas por las autoridades públicas (Brasil y Estados Unidos) destinadas a prevenir la propagación de enfermedades contagiosas, en este caso, la covid-19», dice el comunicado de la Policía Federal.
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Bolsonaro nunca se vacunó
Bolsonaro siempre fue un escéptico de las vacunas. De hecho, en 2021 viajó a EE. UU. con un certificado de que había tenido el Covid pero que no estaba vacunado. Pudo ingresar a casi todos los espacios, inclusive a una conferencia de la ONU. En su momento se viralizó una foto de Bolsonaro y asesores comiendo pizza en la calle, ya que no había podido ingresar a un restaurante de EE. UU. por no tener el certificado.
La defensa de Bolsonaro niega las acusaciones y afirma que nunca fue vacunado. La operación también se saldó con la detención de otras seis personas y el allanamiento e incautación de varios domicilios.
Bolsonaro afirmó que: «Nunca dije que estaba vacunado, y no quería porque leí el folleto de Pfizer». También dijo que su hija Laura, de 12 años, no se vacunó y que Michele Bolsonaro se vacunó en Estados Unidos.
La persecución de la izquierda hacia Bolsonaro parece que va a continuar hasta verlo preso o inhabilitado políticamente.
