El martes, la OTAN dio la bienvenida a Finlandia como su miembro número 31 en una ceremonia festiva de izamiento de bandera frente a su sede en Bruselas. La medida provocó la indignación de Moscú, que la calificó como una violación deliberada de la seguridad nacional de Rusia.
“Al convertirse en miembro, Finlandia obtendrá una garantía de seguridad inquebrantable”, dijo Stoltenberg en la ceremonia. “El artículo 5, nuestra cláusula de defensa colectiva, uno para todos, todos para uno, se aplicará a partir de hoy para Finlandia”.
“Sus fuerzas son sustanciales y altamente capaces. Su resiliencia es insuperable”, elogió el jefe de la OTAN al recién llegado. “Y durante muchos años, las tropas de Finlandia y los países de la OTAN han trabajado codo a codo como socios. A partir de hoy, nos mantenemos unidos como aliados”.
‘Parte de la alianza más exitosa del mundo’
“Durante casi 75 años, esta gran alianza ha protegido a nuestras naciones y continúa haciéndolo hoy”, continuó Stoltenberg. “Pero la guerra ha regresado a Europa y Finlandia ha decidido unirse a la OTAN y ser parte de la alianza más exitosa del mundo”.
El presidente finlandés, Saul Niinisto, dijo más tarde en una conferencia de prensa que está seguro de que su país ahora es más seguro y que sabe que su gente siente lo mismo.
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“La seguridad y la estabilidad son esos elementos que sentimos con mucha fuerza, y todos podemos pensar que si las personas pueden vivir en circunstancias seguras y estables”, dijo Niinisto. “Ese es el elemento básico de una vida feliz, y tú, supongo, sabes que los finlandeses ya son muy felices ahora”.
“Estoy seguro de que los finlandeses se sienten más seguros, sienten que estamos viviendo en una Europa estable, un mundo estable, y eso es lo más importante para nosotros”.
Con su admisión en la OTAN, Finlandia realizó un cambio histórico en la política de seguridad, ya que la medida marca el final de una era de no alineación militar perseguida por sus administraciones anteriores.
Finlandia había sido una nación mayormente neutral por sus más de 100 años de historia de independencia desde la caída del Imperio Ruso en 1917. Fue invadida por la Unión Soviética de Stalin en 1939 y posteriormente se unió a la Alemania nazi en un intento por recuperar el territorio perdido, pero llegó a un acuerdo con los soviéticos después de que los alemanes perdieran la guerra.
Durante la Guerra Fría, Finlandia no estuvo controlada por Moscú como muchos países de Europa del Este, pero se mantuvo neutral entre los bloques comunista y occidental.
‘Un peligroso error histórico’
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia condenó la ascensión a la OTAN como un error. “Finlandia se ha convertido en uno de los pequeños miembros (de la OTAN) que no decide nada, perdiendo su voz única en los asuntos internacionales. Estamos seguros de que la historia juzgará este paso precipitado”.
El Ministerio dijo que Finlandia estaba cometiendo un peligroso error histórico que frustraría las relaciones con Moscú y acabaría con su estatus como autoridad de confianza mutua en el Mar Báltico y en Europa en su conjunto.
El martes, el secretario de prensa de la presidencia rusa, Dmitry Peskov, dijo que el ingreso de Finlandia a la OTAN había empeorado la ya miserable situación y calificó la expansión de la OTAN como una violación deliberada de la seguridad nacional de Rusia.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Rusia tomará medidas «técnico-militares» en respuesta a futuras actividades finlandesas y de la OTAN cerca de la frontera noroccidental de Rusia, incluido el posible despliegue de tropas de la OTAN en suelo finlandés.
La membresía de Finlandia en la OTAN, con su frontera de 1.300 km (810 millas) con Rusia, casi duplica la frontera conjunta que la OTAN comparte con Rusia y refuerza su flanco oriental.
Niinisto dijo que la contribución más significativa de Finlandia sería defender su propio territorio, reforzando así las políticas comunes de disuasión y defensa de la OTAN.
Oferta sueca pendiente
Finlandia y Suecia solicitaron juntas unirse a la OTAN el año pasado. De los socios actuales de la OTAN, Hungría y Turquía todavía tienen que ponerse de acuerdo sobre la oferta de membresía de Suecia.
El obstáculo final para la membresía de Helsinki se eliminó la semana pasada cuando Turquía acordó permitir la entrada de Finlandia.
De acuerdo con las reglas, la OTAN debe contar con el “consentimiento unánime” de los 30 estados miembros antes de admitir nuevos miembros.
Turquía ha exigido repetidamente que Suecia tome medidas adicionales contra los partidarios de los rebeldes kurdos y una red que Ankara considera responsable de un supuesto intento de golpe en 2016. Turquía considera a estos grupos organizaciones terroristas.
