Tras el descarrilamiento de un tren tóxico en East Palestine, Ohio, el 3 de febrero, el gobierno de Biden ha sido objeto de críticas por su aparente lentitud a la hora de actuar en los primeros días de la catástrofe, mientras que Norfolk Southern, la empresa responsable del incidente, se enfrenta a poco o ningún riesgo por su participación en el incidente, en el que miles de personas fueron evacuadas mientras el entorno local se inundaba de productos químicos tóxicos «para siempre».
El 16 de febrero, casi dos semanas después del descarrilamiento, el gobernador de Ohio, Mike DeWine, solicitó ayuda federal por desastre a la administración de Biden, una solicitud que originalmente fue denegada.
La administración de Biden defendió su historial diciendo que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) no estaba equipada para satisfacer las necesidades del estado.
“La Administración Biden está movilizando un esfuerzo sólido de varias agencias para apoyar a la gente de East Palestine, Ohio. Desde el 3 de febrero, la Agencia de Protección Ambiental ha tenido personal en el terreno”, dijo a Fox News un funcionario de la administración.
“Pero lo que necesita East Palestine es mucho más expansivo que lo que FEMA puede proporcionar. FEMA está en primera línea cuando hay un huracán o un tornado. Esta situación es diferente”, agregó el funcionario.
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La Casa Blanca dijo que cuatro agencias han participado en el apoyo a los residentes de East Palestine después del desastre, incluida la Agencia de Protección Ambiental (EPA), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el Departamento de Transporte (DoT) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
La oficina de DeWine dijo el 16 de febrero que su oficina estaba en contacto diario con FEMA, pero que la agencia seguía diciendo que Ohio no era elegible para recibir asistencia por desastre.
“El estado necesitaba ayuda para analizar el agua y el aire; la EPA la está brindando. Pidieron una investigación sobre el descarrilamiento: el Departamento de Transporte está en ello. El gobernador pidió hoy ayuda para realizar pruebas y evaluaciones de salud pública adicionales; estamos desplegando equipos del HHS y los CDC para hacerlo”, dijo el funcionario de la administración de Biden a Fox News.
“Cada agencia federal tiene su propio rol único aquí, y hemos movilizado un equipo interinstitucional para brindarle a la gente de Palestina Oriental el apoyo que necesita”, agregó el funcionario.
Las autoridades continúan diciendo que las pruebas realizadas en el lugar del desastre indican que tanto el aire como el agua son seguros para los residentes.
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Norfolk Southern se disculpa
El 22 de febrero, el Director Ejecutivo de Norfolk Southern, Alan Shaw, dijo que la compañía asumirá la responsabilidad de abordar el daño ambiental causado por el descarrilamiento del tren y la subsiguiente «quema controlada» de materiales peligrosos.
Los comentarios de Shaw se produjeron un día después de que la EPA ordenara al operador ferroviario que “pague por limpiar el desorden”.
En un evento del ayuntamiento de CNN, Shaw se disculpó repetidamente con los residentes de East Palestine y dijo: “Vamos a hacer lo correcto para la comunidad”. Sin embargo, muchos residentes se opusieron a los comentarios y se quejan de olores persistentes, náuseas, erupciones cutáneas y otros síntomas que creen que están relacionados con el accidente, informó Reuters.
Shaw dijo que la compañía ya destinó 7 millones de dólares como “pago inicial” para ayudar en la recuperación del pueblo y que la compañía “patrocinó” la remoción de 4.600 yardas cúbicas (3516.95 m3) de suelo contaminado y 1,7 millones de galones (6,4 millones de litros) de agua contaminada.
El director financiero de Norfolk Southern, Mark George, dijo que la compañía cuantificará el costo de la limpieza a más tardar en su informe de ganancias del primer trimestre, y dijo en una conferencia de inversionistas, organizada por Barclay’s, que una póliza de responsabilidad por un valor de 1.100 millones de dólares ayudará a compensar los costos de limpieza.
En un comunicado emitido el 22 de febrero, Norfolk Southern dijo que tiene la intención de excavar el suelo en las regiones afectadas y reemplazará las vías del tren en el área del descarrilamiento como parte de un plan de remediación que también incluirá muestras de suelo y agua superficial.
Escasas consecuencias para Norfolk Southern
Si bien se desconoce el alcance total de los impactos ambientales del desastre, Norfolk Southern parece enfrentar pocos riesgos.
El 23 de febrero, la EPA emitió una orden legalmente vinculante que “asegurará que Norfolk Southern pague por el desorden que han creado”, según el administrador de la EPA, Michael Regan.
La EPA anunció que Norfolk Southern pagará 70.000 dólares por día por un esfuerzo de limpieza fallido o aproximadamente 25 millones de dólares en el transcurso de un año.
Si bien este número parece grande a primera vista, representa solo una gota en el océano cuando se consideran los ingresos de la empresa.
Según Macrotrends, en 2021, la empresa obtuvo unos ingresos anuales de 11.142 millones de dólares, un 13,82% más que el año anterior; en 2022, la empresa obtuvo unos ingresos superiores a los 12.000 millones de dólares.
Eso significa que si Norfolk Southern no cumple sus promesas, podría ser responsable de pagar aproximadamente el 0,21% de los ingresos de un año en multas por no haber actuado durante todo un año.
Sin embargo, Regan dijo que si la empresa no cumple con sus obligaciones y se requiere que el gobierno intervenga para completar la limpieza, Norfolk Southern podría pagar tres veces el costo total de la limpieza además de las multas. “Eso es lo que establece la ley”, dijo Regan.
