El martes 21 de febrero, al menos 30 vagones cargados de carbón de un tren perteneciente a la empresa Union Pacific se descarrilaron a aproximadamente a 5 kilómetros de la ciudad de Gothemburg, en Nebraska, Estados Unidos.
«Alrededor de la 01:45 (hora local) de hoy, aproximadamente 31 vagones de tren de Union Pacific que transportaban carbón descarrilaron cerca de Gothenburg, Nebraska», indicó un comunicado de la compañía Union Pacific, a la que pertenecía el tren.
Union Pacific señaló que las labores de limpieza de la zona se pusieron en marcha poco tiempo después del descarrilamiento, y hacia las 08:00 (hora local), «una de las tres vías principales cercanas al lugar del descarrilamiento se reabrió al tráfico ferroviario».
Casualmente, un día antes del accidente, la empresa ferroviaria había publicado un artículo en Twitter con un comentario que decía: «El accidente ferroviario a principios de este mes en Ohio ha generado un gran interés, curiosidad y preocupación sobre el transporte de materiales peligrosos. Connie Roseberry [vicepresidenta ejecutiva y directora de seguridad] de UP reflexiona sobre qué tan bien estamos preparados para responder si ocurre una situación similar».
Aunque la empresa aseguró que nadie salió herido de este incidente, es el sexto de este tipo reportado en EE. UU. en menos de un mes, lo que genera todo tipo de suspicacias y teorías.
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A principios de este mes en se descarriló un tren en la localidad East Palestine de Ohio; hace aproximadamente una semana, otro tren cerca de Detroit, en Michigan, tuvo una suerte similar. Ambos transportaban materiales peligrosos.
La semana pasada incidentes similares ocurrieron en la ciudad texana de Houston, en Carolina del Sur y en Michigan.
La representante Marjorie Taylor Greene, republicana de Georgia, tuiteó esta semana: “East Palestine, Ohio, está sufriendo un desastre ecológico porque las autoridades hicieron estallar los vagones de descarrilamiento del tren que transportaban productos químicos peligrosos y la prensa está siendo arrestada por tratar de contar la historia. ¡Oh, pero los ovnis! ¿Qué está pasando?»
Si bien las causas de los accidentes siguen en investigación, los funcionarios no encuentran conexión entre un caso y el otro, algo similar a lo que sucede con la destrucción de decenas de granjas de huevos y otras plantas alimenticias en EE. UU.
