El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comunicó al Congreso que el 11 de mayo finalizarán las dos emergencias nacionales relacionadas con el COVID-19. Esta decisión se debe a que gran parte del mundo volvió a la normalidad después de haber sido declaradas hace casi tres años.
Con esto, se reorganizará formalmente la respuesta federal al virus. Se le considerará como una amenaza endémica a la salud pública que podrán manejar las autoridades sanitarias regulares
El Departamento de Salud y Servicios Humanos se comprometió a notificar a los estados con 60 días de antelación antes de la conclusión de la emergencia sanitaria. De esta forma el sistema de atención médica puede tener tiempo para adaptarse a la vuelta a la normalidad.
La emergencia de salud pública ha sido prolongada cada 90 días desde enero de 2020 debido a la evolución del virus hacia nuevas variantes en los últimos tres años.
Según datos oficiales, más de 1.1 millones de personas en Estados Unidos han perdido la vida debido al COVID-19. Unos 3.700 decesos fueron registrados la semana anterior.
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El gobierno de los Estados Unidos, también está considerando transferir la distribución de las vacunas contra el COVID al sector privado en un futuro próximo. Sin embargo, la fecha específica aún no ha sido determinada.
Esto significa que los pacientes tendrían que pagar por las vacunas a través de sus seguros médicos en lugar del gobierno federal. Compañías como Moderna y Pfizer han indicado que podrían cobrar hasta $130 por cada dosis, un precio cuatro veces mayor al que el gobierno está pagando actualmente.
