El 27 de enero, la Cámara de Representantes, liderada por los republicanos, aprobó una enmienda al proyecto de ley H.R. 21, presentada por la republicana Marjorie Taylor Greene, destinada a impedir que la administración Biden, y cualquier otra futura administración presidencial, explote la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos (SPR, por sus siglas en inglés) en beneficio político y a impedir que el petróleo estadounidense se venda a China.
El proyecto de ley HR 21 pretende limitar «la extracción de petróleo en la Reserva Estratégica de Petróleo hasta que el Departamento de Energía desarrolle un plan para aumentar el porcentaje de tierras federales arrendadas para la producción de petróleo y gas».
Greene, celebrando la victoria, acudió a Twitter tuiteando: “Justo ahora, la Cámara aprobó mi enmienda a la HR 21 para evitar que Joe Biden venda nuestro petróleo a China para ganar puntos políticos. Ya no podrá engañar y engañar al pueblo estadounidense haciendo negocios con nuestros enemigos”.
Dirigiéndose a la Cámara antes de que se aprobara la enmienda, Greene dijo: «Presento una nueva enmienda que impediría al presidente Biden, o a cualquier presidente, vender nuestras reservas estratégicas de petróleo por razones políticas. El pueblo estadounidense no cree que el presidente Biden deba tener la autoridad exclusiva para vender nuestro petróleo por cualquier razón que se le ocurra», argumentando además que la «guerra contra la energía estadounidense» del presidente ha paralizado al país y lo ha dejado vulnerable a «riesgos económicos y de seguridad nacional».
«No hay razón para que el presidente pueda vender uno de nuestros recursos más estratégicos para obtener beneficios políticos. En su lugar, el presidente debería liberar la energía estadounidense en casa», afirmó.
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El año pasado, la administración de Biden liberó 180 millones de barriles de petróleo de la SPR en un intento por reducir los precios del gas antes de las elecciones de mitad de período, y China compró gran parte de ese petróleo.
“China, que ya es el principal importador de petróleo del mundo, aprovechó la oportunidad para asegurar barriles adicionales de petróleo en el mercado en un momento en que su suministro de petróleo de Rusia corría el riesgo de agotarse debido a la intensificación de las sanciones occidentales contra Moscú”, informó recientemente Forbes.
El SPR tiene una capacidad de alrededor de 700 millones de barriles y el stock actual es de aproximadamente 372 millones de barriles, 594 millones de barriles menos, o casi un 40 por ciento con respecto al año anterior.
El SPR se estableció originalmente para proteger a los EE. UU. de la escasez de petróleo y los picos de precios debido a interrupciones en el suministro.
“La reducción histórica de Biden por razones políticas sacrificó la seguridad energética nacional en un momento en que la guerra de Rusia con Ucrania podría haber inducido ese tipo de emergencia de suministro”, argumentó Forbes.
La enmienda ahora tiene que ser aprobada por la mayoría demócrata del Senado y no ser vetada por el presidente Biden para convertirse en ley.
