Un armario corredero ocultaba el “búnker” que servía de escondite para Matteo Messina Denaro, el mítico capo de la Cosa Nostra detenido este lunes en Italia tras permanecer 30 años en la clandestinidad. Así se selló la captura del último capo de la mítica mafia siciliana, que históricamente fue mucho más allá de las fronteras de su país de origen, siendo incluso inmortalizada en películas icónicas como El Padrino o Goodfellas.
Pero con su arresto, aunque cierra una época, todavía son varias las figuras fuera del alcance de la Justicia, ya sea de sus respectivos países, o del FBI estadounidense.
Las formas que toma el crimen organizado varía tanto en cuanto a los crímenes que cometen, como a su estética, desde las “familias” italianas, a las “triadas” chinas o los “Yakuza” japoneses, pero no todas tienen ya figuras tan mitológicas como antaño. Estos son algunos de los que actualmente están siendo buscados por todo el mundo.
El otro ‘capo’
En primer lugar, es destacable recordar que la captura de Messina no pone fin a la mafia italiana. Aún figura entre los más buscados Giovanni Motisi, conocido como “Il Pacchione” (o “El Gordo”), quien vive en la criminalidad desde 1998 según The Star de Toronto.
Está en la mira de la policía desde 1993, y en la lista de los más buscados de Italia desde 1998.
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Es buscado actualmente por varios asesinatos desde sus orígenes como sicario, asociación delictiva y -su crimen más conocido- “masacre”, desde que en 1985 encabezara un grupo de 9 personas acusadas de matar al jefe investigativo de la policía italiana y a uno de sus oficiales. Durante el violento asesinato fueron disparadas más de 200 municiones de rifles Kalashnikov.
La evidencia del crimen no fue descubierta sino hasta 1999, en correos compartidos entre él y su esposa, durante un allanamiento a su hogar en Palermo, recuerda el medio italiano Agrigento Today. Fue visto una vez más, en un cumpleaños de su hija, el cual se efectuó en una ubicación que a la fecha aún no ha sido revelada.
Según el medio italiano Il Corriere della Serra, aunque se cree que lidera la familia Motisi, ni siquiera se sabe si sigue vivo.
El “Ángel del Infierno”
Como ya adelantamos, el crimen organizado toma muchas formas, y una de las que más ha cautivado el imaginario colectivo es la de los motoqueros con chaqueta de cuero y ruidosas motocicletas Harley-Davidson. En esta mitología, tal vez la más icónica de las pandillas sean los Hell Angels, fundada en California en 1948 pero contando ya con más de 3.000 miembros en 59 países, según su sitio web oficial.
Incluso aseguran tener tener 14 grupos en Chile, desde al menos el 2005.
Las actividades criminales de la banda son conocidas, siendo el más buscado de sus integrantes el “nómada” David MacDonald Carroll, identificado como “Wolf” (Lobo), de 70 años y nacido en Dartmouth, Canadá.
Según relata The Star, quien otrora inició sencillamente como un motoquero actualmente vive en la clandestinidad tras pasar por varios clanes motorizados, eludiendo a la Justicia tras participar en una guerra de pandillas por disputas financieras.
Durante dicho incidente, en 1985 colaboró en la planificación de una matanza de motoqueros en Quebec, que llegó a ser conocida como la “Masacre de Lennoxville”, por lo cual cumplió una sentencia en prisión. Más tarde, desde Montreal, administró varios bares y creó lazos con la mafia Rizzuto, que tiene su base en la misma ciudad.
De acuerdo con el medio canadiense, se le acusa de narcotráfico y al menos una docena de asesinatos, siendo buscado desde 2001 cuando se encontraba en México. Sin embargo, desde entonces se cree que ha viajado al menos por Brasil, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Estados Unidos y Europa, siendo visto también en las Indias Occidentales y, por última vez, en Australia en 2012.
Los musos de los corridos
México es tristemente conocido, entre otros motivos, por sus carteles de drogas con redes de narcotráfico que van más allá de sus fronteras, incluso hasta otros continentes. Entre ellos, uno de los más buscados es Nemesio Oseguara-Cervantes, un capo nacido en 1966 y también conocido como “El Mencho”, líder del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el más poderoso del país y cuyos tentáculos llegan incluso hasta Chile.
Los orígenes de dicha organización se remontan al año 2010, fundados por exintegrantes del Cartel de Sinaloa -que antiguamente fue, a su vez, el más poderoso del país-, pero su actual líder ya ostentaba una reconocida carrera profesional mucho antes de eso. Según recuerda el Mob Museum, el “Mencho” fue encarcelado por conspirar para traficar cocaína en 1994, en California, y liberado tres años después. Regresó a México, y siguió delinquiendo.
El “Mencho” es también en cierta forma el heredero histórico de el “Chapo” Guzmán, quien purga actualmente una cadena perpetua bajo cargos de asociación delictiva, asesinato, narcotráfico, entre otros, tras ser detenido en México en 2016, en los Estados Unidos.
Washington ofrece actualmente una recompensa de 10 millones de dólares por el “Mencho”, según la agencia antidrogas de ese país (DEA). El capo, cuya esposa permanece presa desde noviembre de 2021, tiene otros cuatro hermanos. Además, en febrero 2020 su hijo Rubén Oseguera González, “El Menchito”, fue extraditado a Estados Unidos donde se le acusó de tráfico de drogas.
El jefe de jefes
Se trata de uno de los hombres más buscados por los Estados Unidos, y se cree que tiene vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin hace 30 años. Semion Mogilevich, nacido en 1946 de ascendencia judía y en territorio que actualmente es Ucraniano, es considerado por algunos no solo el gran jefe activo de las mafias rusas, conocidas también como Bratva (“hermandad”), sino también “el mafioso más peligroso del mundo”.
Según detalla el sitio especializado The Mob Museum, el corpulento hombre es considerado también el principal banquero de la mafia rusa. Actualmente reside cómodamente en Moscú pese a que está en la lista de los más buscados de la Interpol y del FBI, dado que Rusia no tiene tratado de extradición con los Estados Unidos.
El FBI lo describe como “maliciosamente astuto al manipular fondos e inversores”, acumulando cargos por crimen organizado, fraude, conspiración, falsificación de documentos oficiales, lavado de dinero, y por planificar sicariatos, así como tráfico de armas y drogas.
Inició su carrera en el clan criminal Lyubertsakya, a principios de los años 70, tras lo cual fundó su propio sindicato conocido como la pandilla Soldntsdevo. Pese a su herencia hebrea, amasó una fortuna estafando a judíos que intentaban dejar Rusia para refugiarse en Israel durante la siguiente década, invirtiendo el dinero en negocios lícitos e ilícitos.
Luego, en los 90s, desde Canadá fundó YBM Magnex International, con la cual defraudó más de $150 millones a inversionistas tras inflar artificialmente las cuentas de la empresa para luego escapar con el dinero.
Incluso, fue buscado por las propias autoridades rusas en 1999, acusado de lavar $500 millones de dólares mediante el Banco de Nueva York con empresas ‘offshore’, indagatorias que quedaron sepultadas tras la llegada de Putin al poder.
Incluso, el desertor del servicio secreto ruso FSB Alexander Litvinenko aseguró en 2006 que ambas figuras mantienen una “buena relación”, antes de ser asesinado, recuerda la OCCRP.