Verdad, Inspiración, Esperanza

Futbolista iraní evita la ejecución pero recibe dura pena de cárcel por participar en protestas

Published: 9 de enero de 2023
Amir Nasr-Azadani (Twitter | @FIFPRO)

El futbolista iraní Amir Nasr Azadani fue condenado este lunes 9 de enero a 26 años de cárcel por el supuesto asesinato de 3 miembros de las fuerzas de seguridad y otros dos delitos cometidos durante las protestas que sacuden el país persa desde mediados de septiembre, informó la agencia Mizan, adscrita al Poder Judicial.

El caso de Azadani provocó críticas en todo el mundo cuando asociaciones de futbolistas y medios internacionales anunciaron en diciembre que el deportista había sido condenado a muerte y su caso se volvió viral.

Según los medios internacionales, Nasr Azadani -de 26 años- enfrentó un juicio sin garantías, al igual que el resto de acusados por las manifestaciones contra el Gobierno iraní.

Como resultado, el futbolista fue condenado a 16 años de prisión por su complicidad en el asesinato de los tres policías, a 5 por el cargo de reunión y colusión para cometer delitos y a dos más por ser miembro de grupos ilegales con la intención de perturbar la seguridad pública. Las condenas las cumplirá simultáneamente, por lo que en principio pasará en prisión 16 años.

Azadani ha jugado en diversos clubes de Irán y durante las temporadas 16-17 y 18-19 lo hizo en el Tractor Sazi.

Protestas

Desde la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini tras ser detenida por la Policía de la Moral por no llevar bien colocado el velo, Irán ha vivido de protestas que han evolucionado y ahora los manifestantes piden el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.

El régimen iraní ha reprimido fuertemente las movilizaciones, protagonizadas principalmente por jóvenes y mujeres que piden más libertades al grito de “mujer, vida, libertad”.

Al menos 2.000 personas han sido acusadas por la Justicia iraní de diversos delitos por su participación en las movilizaciones, 14 condenadas a muerte y 4 han sido ejecutadas.

Según la ONG Iran Human Rights, casi 500 personas han muerto en las protestas y cerca de 20.000 han sido detenidas.