El primer ministro japonés, Fumio Kishida, anunció el viernes el mayor refuerzo militar del país desde la Segunda Guerra Mundial con un plan de 320.000 millones de dólares que comprará misiles capaces de atacar China y lo preparará para un conflicto sostenido, mientras las tensiones regionales y la invasión rusa de Ucrania avivan los temores de guerra.
A su gobierno le preocupa que Rusia haya sentado un precedente que anime a China a atacar Taiwán, amenazando a las cercanas islas japonesas, interrumpiendo el suministro de semiconductores avanzados y poniendo en peligro las rutas marítimas que abastecen de petróleo a Oriente Medio.
Kishida declaró en una conferencia de prensa que las capacidades actuales de las Fuerzas de Autodefensa de Japón eran insuficientes y que el entorno de seguridad en torno al país se estaba agravando.
Afirmó que China estaba suponiendo un desafío para la paz y la seguridad de Japón y del mundo.
(Producción: Chris Gallagher)
Success
You are now signed up for our newsletter
Success
Check your email to complete sign up