El 29 de noviembre, funcionarios de la ciudad de Nueva York anunciaron la apertura de un nuevo mega refugio en Midtown que puede albergar a unos 600 migrantes de la frontera sur.
Las instalaciones están situadas en el Hotel Stewart de la Séptima Avenida y serán gestionadas por la Corporación de Salud y Hospitales de la ciudad y la Oficina de Gestión de Emergencias.
El Departamento de Servicios para Personas sin Hogar ya había estado operando un refugio de 300 habitaciones y un centro de bienvenida para inmigrantes en el hotel. Los nuevos arreglos están programados para comenzar entre el 5 y el 11 de diciembre, según un correo electrónico interno obtenido por el NY Post.
A los migrantes actualmente alojados en las instalaciones se les dará la opción de permanecer en el hotel o trasladarse a un nuevo refugio administrado por el Departamento de Servicios para Personas sin Hogar.
La nueva instalación será el cuarto mega refugio que se abre dentro del hotel que se ha utilizado para albergar a los recién llegados a la ciudad desde la frontera sur, muchos de los cuales dicen que buscan la condición de refugiados después de huir de la violencia y la persecución en Venezuela.
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Los otros tres sitios de emergencia están ubicados en los hoteles The Row NYC, Watson y Wolcott.
Nueva York bajo estado de emergencia
La nueva instalación se inauguró luego de la declaración de estado de emergencia por parte del alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, el 7 de octubre de este año.
Adams argumenta que la ciudad requiere fondos de emergencia para brindar refugio a los inmigrantes y otras personas sin hogar.
Según declaraciones publicadas el 7 de octubre por la oficina del alcalde, la ciudad de Nueva York «ahora tiene más de 61.000 personas» en su sistema de refugio, incluidos «miles de neoyorquinos sin hogar y miles de solicitantes de asilo que han sido transportados en autobús en los últimos meses de otras partes del país”.
La oficina del alcalde dice que casi 20.000 niños están incluidos en estos números, o aproximadamente uno de cada cinco solicitantes de asilo.
“Esta es una crisis humanitaria que comenzó con violencia e inestabilidad en América del Sur y está siendo acelerada por la dinámica política estadounidense. Miles de solicitantes de asilo han sido transportados en autobús a la ciudad de Nueva York y simplemente dejados, sin previo aviso, coordinación o atención, y cada día llegan más”, dijo Adams.
Adams y el gobernador de Texas, Greg Abbot, se han peleado abiertamente por el transporte de inmigrantes a la ciudad desde la frontera sur.
Según el Texas Tribune, Abbot ha gastado aproximadamente $14 millones en enviar a más de 10.000 inmigrantes a varias ciudades del país, incluidas Washington DC, Nueva York y Chicago, autoproclamadas ciudades santuario.
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, también declaró una emergencia de salud pública por la llegada de migrantes.
La ciudad de El Paso, un centro ocupado para la migración ilegal, también ha alquilado autobuses a Nueva York y Chicago, lo que llevó al alcalde Adams a pedir a los líderes de El Paso que detuvieran los autobuses.
