El fundador y presidente del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, fue entrevistado el 19 de noviembre con un medio de comunicación estatal chino y proclamó que China era un «modelo a seguir» para otras naciones.
Schwab, de 84 años, hizo estos comentarios durante una entrevista con Tian Wei de CGTN al margen de la Cumbre de Directores Generales de la APEC (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico) celebrada la semana pasada en Bangkok (Tailandia).
Schwab dijo que respeta los «tremendos» logros de China en la modernización de su economía en los últimos 40 años, a la vez que elogió sus nuevas tecnologías. El líder globalista apuntó al «Gran Reinicio» luego de la pandemia como un buen momento para comenzar con ese nuevo orden.
“Creo que es un modelo a seguir para muchos países”, dijo Schwab, antes de matizar que cree que cada país debe tomar sus propias decisiones sobre qué sistema quiere adaptar.
«Creo que debemos ser muy cuidadosos al imponer sistemas. Pero el modelo chino es ciertamente un modelo muy atractivo para un buen número de países», agregó.
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China se rige por el gobierno absoluto del Partido Comunista Chino (PCCh), que no permite que las personas practiquen la religión o las creencias de su elección y no tolera la disidencia o la crítica.
En cuanto al crédito social, se trata de un sistema extremo de vigilancia y documentación que asigna una calificación a cada ciudadano y lo recompensa o castiga dependiendo de cada caso.
Este sistema orwelliano califica a los ciudadanos en una amplia gama de métricas, incluyendo sus compras en línea, su comportamiento diario y con la gente con la que se relaciona.
En síntesis, el sistema de calificación se utiliza para controlar a los cerca de 1.400 millones de personas en un sistema totalitario y comunista y también se utiliza para castigar a los disidentes o personas que el PCCh considera una «amenaza», como los creyentes, por ejemplo los inocentes practicantes de Falun Dafa, disciplina espiritual perseguida desde el año 1999 en China.
En una entrevista con la televisora francesa, Lin Jinyue, quien se reconoce como uno de los primeros diseñadores teóricos del sistema de puntaje de crédito social en China, explicó por qué occidente debería utilizar el sistema de crédito social chino.
“Es el mejor método para mantener a raya a esas personas molestas que no están de acuerdo con el gobierno”, expresó.
Qué comes, qué compras, a qué juegas, con quién te reúnes, qué religión profesas… el gobierno lo sabrá todo con la digitalización e inteligencia artificial al estilo del PCCh. Inclusive una persona sin teléfono celular no podría acceder por ejemplo a comprarse los medicamentos que necesite. Esperemos que occidente no llegue a eso.