El presidente ruso, Vladimir Putin, respaldó públicamente la evacuación de civiles de partes de la región de Kherson, en el sur de Ucrania, el viernes 4 de noviembre, mientras Kiev continúa su ofensiva para recuperar la provincia u óblast.
“Ahora, por supuesto, los que viven en Kherson deben ser retirados de la zona de las acciones más peligrosas, porque la población civil no debe sufrir”, dijo Putin a los activistas pro-Kremlin al conmemorar el Día de la Unidad Nacional de Rusia.
Según Reuters, las declaraciones son la primera vez que Putin apoya personalmente las evacuaciones.
Rusia tomó la ciudad de Kherson, hogar de unas 300.000 personas, y una gran extensión de territorio cercano al comienzo de la invasión de Ucrania que comenzó en febrero. Pero las fuerzas ucranianas, con abundante material occidental y apoyo económico, han estado enviando oleada tras oleada de tropas para expulsarlos.
El frente de Kherson representa un punto de apoyo importante para Rusia, ya que se encuentra al oeste y al norte del río Dniéper que divide a Ucrania.
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En septiembre y principios de octubre, las rápidas ofensivas ucranianas recuperaron una parte de la cabeza de puente, pero el progreso se ha estancado en las últimas semanas, aunque continúan los intensos combates.
La precisión de las municiones modernas y el uso a gran escala de drones pequeños y baratos para explorar las posiciones enemigas y servir como armas kamikaze han aumentado drásticamente la eficacia de los ataques de artillería en comparación con las guerras a gran escala anteriores.
Esta semana, las autoridades rusas, que recientemente anexaron Kherson y otras tres provincias de Ucrania como parte del territorio de Moscú, anunciaron que la zona de evacuación incluiría un área de amortiguamiento de 15 km en la orilla este del Dniéper.
Rusia dice que ha estado llevando a los residentes a un lugar seguro del camino de un avance ucraniano, mientras que Kiev dice que las medidas han incluido deportaciones forzadas de civiles a Rusia propiamente dicha, lo que sería un crimen de guerra. El Kremlin niega los cargos.
Reuters interpretó los comentarios de Putin como una señal de que Rusia se está preparando para abandonar la orilla occidental del Dniéper, lo que incluiría la pérdida de la propia ciudad de Kherson. Un informe del 4 de noviembre del servicio de noticias señaló una declaración del 3 de noviembre (jueves) del gobernador ruso local, Kirill Stremousov, quien dijo que las tropas rusas podrían embarcarse en una retirada a gran escala, pero esperaba que este no fuera el caso.
En Internet han circulado imágenes en las que se ve el principal edificio administrativo de la ciudad de Kherson sin la bandera rusa. Kiev se ha mostrado cauteloso, diciendo que tales signos podrían ser un engaño ruso para atraer a las tropas ucranianas a una trampa.
Hablando sobre el progreso de las batallas a lo largo del frente, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski dijo que mientras las fuerzas de su país mantienen sus posiciones en el este, Moscú estaba siendo locamente obstinado en su decisión de desplegar «decenas o cientos de miles de personas más a la picadora de carne».
Aparentemente, Zelenski se refería a los 300.000 reservistas llamados recientemente por las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa para servir en la guerra, un desarrollo que se produjo cuando los rusos demostraron ser incapaces de mantener sus ganancias en la región oriental de Donbás solo con militares profesionales.
Estados Unidos anunció 400 millones de dólares en asistencia de seguridad adicional para Ucrania, incluida la renovación de tanques T-72 de la República Checa y misiles para defensas aéreas HAWK que podrían usarse contra drones y misiles de crucero rusos.
Reuters contribuyó a este informe.
