LONDRES (Reuters) – A medida que se acerca el invierno y bajan las temperaturas, las organizaciones benéficas y las autoridades locales de todo el Reino Unido se preparan para una mayor demanda de los elementos esenciales más básicos, incluida la calefacción.
Para satisfacer esta necesidad, lugares como la Biblioteca de Oldham, ubicada en el corazón de una de las áreas más desfavorecidas del país, ahora ofrecen a las personas la oportunidad de entrar, calentarse y tomar una bebida caliente.
Las autoridades locales de Oldham han aportado 3 millones de libras esterlinas (alrededor de 3,4 millones de dólares) para medidas como el banco tibio, y sus esfuerzos están siendo igualados en todo el país por otras autoridades locales y organizaciones benéficas.
En Londres, Oasis Charitable Trust está probando «la sala de estar», su respuesta al banco tibio.
El gobierno británico introdujo un tope en los costos de energía en septiembre, lo que significa que los hogares típicos no pagarán más de 2500 libras (alrededor de 2870 dólares) al año en sus facturas de energía. Eso estaba destinado a estar vigente durante los próximos dos años a partir del 1 de octubre, pero ahora se ha reducido a abril de 2023.
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El fundador Steve Chalke cree que los problemas relacionados con la calefacción han ganado más atención este año porque los problemas que suelen sentir los más pobres de la sociedad ahora los sienten personas de todas las clases económicas.
La primera ministra de Gran Bretaña, Liz Truss, quien acaba de anunciar su renuncia el jueves 20 de octubre, experimentó un comienzo tumultuoso en su mandato desde que comenzó hace seis semanas.
Las quejas han incluido una serie de giros económicos que han agravado los mercados financieros, profundizando la crisis del coste de la vida, y han visto cómo el aumento de los costes de los combustibles y los alimentos afecta a los británicos en todo el país.
Por Reuters. (Producción: Natalie Thomas)
