Vecinos conmocionados depositaron flores y velas el martes 18 de octubre en homenaje a una niña de 12 años asesinada en París, en una brutal matanza que la líder de la oposición populista de derecha, Marine Le Pen, criticó como resultado de las políticas de inmigración laxas de Francia.
La oficina del fiscal de París dijo que la niña desapareció el viernes 14 de octubre y que su cuerpo fue descubierto más tarde esa noche en un baúl de plástico afuera de su edificio en el distrito 19 de la capital francesa. Había sufrido contusiones y cortes y murió asfixiada, dijeron los fiscales en un comunicado.
Las imágenes de París muestran flores dejadas en la residencia de la difunta, con un mensaje que dice «para Lola, nunca te olvidaremos».
La principal sospechosa, una mujer de 24 años, fue vista por las cámaras de seguridad saliendo del edificio por la tarde, cargando con un pesado equipaje, incluido el baúl en el que se encontró a la víctima. Informes locales habían dicho citando fuentes policiales y judiciales que la sospechosa era de Argelia y estaba presente en Francia de forma ilegal, algo que las autoridades confirmaron más tarde.
“Los inmigrantes clandestinos están cometiendo demasiados delitos y uno no ha podido o no ha querido deportar”, dijo Le Pen en el parlamento. “El sospechoso de este acto de barbarie no debería haber estado en nuestro territorio, y así estuvo durante más de tres años. Eso es demasiado.
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A esto, la primera ministra Elizabeth Borne le pidió que “muestre algo de decencia”.
Mientras tanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, se reunió con los padres de la niña. “Les ofreció sus condolencias y les aseguró toda su solidaridad y apoyo en el calvario que atraviesan y que nos acongoja a todos”, dijo su oficina.
Reuters contribuyó a este informe.
