Un nuevo estudio financiado con fondos federales encontró un posible vínculo entre las vacunas infantiles y el asma, pero los expertos aseguran que la investigación tiene deficiencias importantes y no es una razón para cambiar las recomendaciones actuales de vacunas.
El estudio no afirma que el aluminio provoque la afección respiratoria, y los funcionarios dicen que se necesita más trabajo para tratar de confirmar cualquier conexión. Se trata de algo que no se había visto en investigaciones anteriores, reseñó AP.
De esta manera, el Dr. Matthew Daley, autor principal del estudio, destacó que «si alguna vez se encontrara un vínculo es probable que los beneficios de las vacunas para salvar vidas superen el riesgo de asma. Pero es posible que si se confirman los resultados podría impulsar un nuevo trabajo para rediseñar las vacunas».
Por su parte, al Dr. Paul Offit, del Children’s Hospital of Philadelphia, le preocupa que el estudio a su juicio, defectuoso ahuyente innecesariamente a algunas familias de las vacunas comprobadas.“Hacer un reclamo extraordinario requiere evidencia extraordinaria”, expresó Offit. Este estudio no ofrece ese tipo de evidencia, afirmó.
Mientras tanto, otros expertos externos señalaron que Daley y sus colegas no pudieron explicar los efectos de algunas formas potencialmente importantes en que los niños están expuestos al aluminio, como el aire o a través de su dieta.
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También anotaron que los hallazgos incluyen inconsistencias difíciles de explicar como por qué, en un subconjunto de miles de niños completamente vacunados, una mayor exposición al aluminio no pareció resultar en un mayor riesgo de asma.
Los funcionarios de los CDC, en un comunicado, dijeron que parece que las vacunas que contienen aluminio “no representan las tendencias generales que vemos”.
Estudio
El estudio, publicado el martes , sugiere que los niños que fueron vacunados con la mayoría o todas las vacunas que contienen aluminio tenían al menos un 36% más de riesgo de ser diagnosticados con asma persistente que los niños que recibieron menos vacunas.
El aluminio se ha utilizado en algunas vacunas desde la década de 1930, como ingrediente, llamado adyuvante, que provoca una protección inmunológica más fuerte.
A los 2 años, los niños deben vacunarse contra 15 enfermedades, según las recomendaciones estadounidenses. Los adyuvantes de aluminio están en vacunas para siete de ellos.
«El estudio es parte de la respuesta del gobierno a ese llamado, que realizó la Academia Nacional de Medicina de solicitar investigación sobre la seguridad de las vacunas infantiles, incluido el uso de aluminio», destacó Daley..
Este proyecto fue financiado por los CDC e incluyó a personal actual y anterior de los CDC entre sus autores y publicado por la revista médica Academic Pediatrics.
Los investigadores se centraron en 327,000 niños de EE. UU. nacidos entre 2008 y 2014, y observaron si recibieron vacunas que contenían aluminio antes de los 2 años y si desarrollaron asma persistente entre los 2 y los 5 años.
Artículo publicado originalmente en Miami Diario.
