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El Cuerpo de Marines de EE. UU. está revirtiendo sanciones a miembros que pidieron exención religiosa a la vacuna Covid

Published: 17 de septiembre de 2022
Un miembro del Cuerpo de Marines de los EE. UU. usa una máscara durante el Simposio de Líderes Anfibios del Pacífico 2022 (PALS 22) en Japón el 16 de junio de 2022. (Imagen: PHILIP FONG/AFP vía Getty Images)

El Cuerpo de Marines de EE. UU. está revirtiendo los castigos estrictos para los miembros del servicio que buscaron exenciones religiosas a la vacuna COVID-19. Estas sanciones incluyen despidos y retrasos en las promociones para algunos de los infantes que se resisten a recibir la vacuna. 

De acuerdo con una nueva «directriz provisional», firmada el 14 de septiembre y publicada discretamente en línea, el mensaje «modifica las acciones» dirigidas a los infantes de marina no vacunados cuyas solicitudes de adaptaciones religiosas fueron denegadas y que apelaron la decisión, según informó Fox News.

El memorando establece que esta nueva directriz se produce después de que un Tribunal Federal de Distrito de EE. UU. en Florida emitiera una orden judicial preliminar el 18 de agosto que prohíbe a los marines tomar «ciertas acciones» contra quienes buscan exenciones religiosas. El fallo fue en respuesta a una demanda colectiva presentada por varios infantes.

En esa oportunidad, los demandantes y sus abogados festejaron el fallo, pero no había hasta ahora un documento oficial por parte de la Infantería de Marina que revierta la persecución que sufrieron los marines que solicitaron exención religiosa.

La directriz dice que el «Cuerpo de Marines no hará cumplir ninguna orden de aceptación de la vacuna COVID-19, ni separará administrativamente, ni tomará represalias contra los Marines de la clase por hacer valer los derechos estatutarios bajo la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa (RFRA)».

La RFRA es la ley federal que prohíbe al gobierno «imponer una carga sustancial al ejercicio de la religión de una persona, incluso si la carga resulta de una norma de aplicación general».

En este sentido, el memorando detalla: «Se suspende el proceso de separación administrativa involuntaria de los miembros de la clase por rechazar la vacunación contra el COVID-19».

Asimismo, el documento también establece que el estado de vacunación no puede ser «considerado o referenciado» en los informes de aptitud u otras evaluaciones de desempeño para los miembros del servicio.

La directiva anterior de la Marina requería que los comandantes retrasaran los ascensos de «cualquier oficial y retrasaran/restringieran el ascenso de cualquier miembro alistado que rechazara la vacuna», pero la directriz actualizada describe una serie de pasos para hacer retroceder ese castigo específico, en algunos casos puntuales.

Sin embargo, las nuevas directrices no ayudan a avanzar en los ascensos para todos. En el caso de los oficiales, las recomendaciones de ascenso continuarán y se dirigirán al comandante y al secretario de la Marina. Para los «Suboficiales de Estado Mayor» cuyas apelaciones religiosas han sido denegadas, su ascenso se retrasará y para los sargentos de «Primera Clase» cuyas apelaciones fueron denegadas, seguirán bajo una restricción de ascenso de 12 meses.

La orden del juez fue clara

El nuevo documento de la Infantería de Marina que se publicó silenciosamente, es una muestra más de cómo está cambiando la tendencia hacia los mandatos de vacunación, donde incluso por cumplir con la orden de la administración Biden, se llegó a discriminar e incluso perseguir a aquellos que rechazaban las inoculaciones, alegando motivos de fe u otros.

El juez Merryday de Florida no tuvo reparos para manifestar lo que pensaba en orden judicial de 48 páginas, mientras notoriamente se mostró molesto por la conducta del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

Merryday señaló en el preámbulo de su fallo que, según los documentos del Departamento de Defensa proporcionados durante el litigio, aunque 3.733 infantes de marina solicitaron una exención en virtud de la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa, “El Cuerpo de Marines ha otorgado solo once adaptaciones, menos de tres décimas de un por ciento (0,295 % ) de las 3.733 solicitudes”.

“El registro no presenta a ningún solicitante exitoso más que a unos pocos que deben jubilarse y separarse pronto”, agregó el juez.

Sobre el tema, Merryday no terminó con solo unos pocos comentarios breves. Su refutación fue, en cambio, detallada. Este es un extracto:

«La historia pertinente en esta acción informa que ni para un solo Marine en servicio continuo (por supuesto, un simbólico uno o cinco o diez Marines entre los 3.733 solicitantes no cambiaría el caso) – ni para un contable o para un gerente de inventario; ni para un analista de datos; ni para un «jarhead» que sirvió en el extranjero «en peligro» a lo largo de 2020 y 2021 durante el apogeo de la epidemia de COVID-19 pero sin vacunación; ni para un solo marine, por muy joven, fuerte o gloriosamente sano que sea y ni siquiera si el marine ya ha contraído el COVID-19 y se ha recuperado sin consecuencias materiales – en ningún caso el Cuerpo de Marines ha accedido a permitir ningún tipo de adaptación, incluyendo cualquier protocolo de salud y seguridad ya probado, para acomodar razonablemente tanto la salud y la preparación del Cuerpo de Marines como la creencia religiosa sincera de un compañero».