El Departamento de Salud y Bienestar de Idaho (IDHW) –respaldada por Planned Parenthood en la compra de materiales y en la capacitación de un grupo de interés- implementó un «plan de estudios» que promueve la «alfabetización pornográfica» en las escuelas.
El «plan de estudios» para escuelas primarias y secundarias, ha causado revuelo e indignación dentro de la comunidad de Idaho, Estados Unidos, especialmente en aquellos padres de escolares de primaria.
Este programa de educación sexual está financiado por subvenciones federales. El IDHW luego usa estos dólares de impuestos para comprar productos de educación sexual del grupo Educación, Capacitación e Investigación (ETR), cuyo plan de estudios es desarrollado y respaldado por el gigante del aborto Planned Parenthood.
ETR aboga por enseñar a los estudiantes de primaria alfabetización pornográfica, lo que implica instrucción sobre «perversión y poder, placer, identidad sexual, actos sexuales y exploración sexual en relación con la pornografía».
“Podemos promover un espacio educativo sin vergüenza donde podamos hacerles saber a los jóvenes que está bien si tienen curiosidad, está bien si han visto pornografía y está bien si han pensado en la pornografía”, dijo una mujer afiliada a ETR.
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Cuando la Fundación conservadora Idaho Freedom dio a conocer la noticia, personas de todo el país expresaron su indignación ante la idea radical de que los grupos de interés financiados por agencias federales y asociados con departamentos estatales impulsarían el uso de la pornografía entre los estudiantes y ayudarían a los niños a aprender a ocultar ese uso de los padres.
El influencer conservador Delano Squires, miembro investigador de la Heritage Foundation, comentó: “La ventana de Overton se movió justo en frente de la habitación de su hijo. El futuro del conservadurismo dependerá de que los padres estén dispuestos a que los llamen con malos nombres para luchar contra las personas que promueven la pornografía, las drag queens y la confusión de género en nuestros hijos”.
Muchos ciudadanos piensan que las tendencias progresistas y degeneradas han llegado muy lejos, hasta incluso imponiendo ideologías por encima de la voluntad de los padres.
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La Ventana Overton: La técnica para legalizar lo impensable,
En los últimos tiempos hemos visto cómo se comenzaban a regular y legalizar determinadas conductas que hace muy poquito tiempo nos resultaban sencillamente impensables e inaceptables. Nada es casualidad, todo tiene su técnica y su agenda.
¿Quién iba a dudar hace solo unos años que los dos únicos sexos posibles para una persona son el masculino o el femenino y que un ser humano nace hombre o nace mujer?
La eutanasia, la pedofilia, el aborto, la fluidez de género, el consumo de drogas, etc. hace un tiempo se consideraban algo totalmente inaceptable y hoy algunos de estos «delitos» son legales y otros se están considerando para ser aceptados socialmente y se está abriendo la «ventana», como en el caso de la pedofilia.
Un columnista llamado Evgueni Gorzhaltsán ha estudiado el proceso por el que una serie de acciones muy bien diseñadas “puede ser más eficaz que la carga nuclear como arma para destruir comunidades humanas”, explicó Alerta Digital.
En un artículo en el portal Adme en 2014 Gorzhaltsán expone su teoría de la ventana Overton, que consiste en una secuencia de acciones encaminada a convertir en aceptable una idea que en principio es impensable y repugnante.
Gorzhaltsán utiliza el ejemplo del canibalismo para ilustrar el proceso y sus diferentes fases.
Primera fase: de lo impensable a lo radical
Si nos dicen ahora que se pretende legalizar el canibalismo, casi con total seguridad la inmensa mayoría de la población se opondría, por lo que la ‘ventana de posibilidades’ de Overton sería muy pequeña.
Pero esta percepción se puede empezar a cambiar amparándose en la esfera de lo científico, donde no existen o no deben existir tabúes amparándose en la libertad de expresión.
Se podría organizar un congreso o simposio sobre los rituales caníbales de las tribus de la Polinesia y debatir sobre la historia de esta costumbre. De esta manera se comienza la transición de la actitud negativa e intransigente de la sociedad a una actitud más suave.
Paralelamente, se debe crear algún grupo radical de caníbales, por ejemple en Internet y que este sea nombrado con frecuencia por los medios de comunicación. Así, el tema inaceptable irrumpe en la arena del debate público.
Segunda fase: de lo radical a lo aceptable
En esta segunda fase se continúan mencionando los estudios científicos y se comienza a argumentar que no se debe tener una postura muy intransigente sobre el canibalismo, hay que estar abierto a conocerlo, de lo contrario es un ‘intolerante’.
Al tiempo que se censura la ‘intolerancia’ se busca una nueva palabra para referirse al fenómeno y así limpiarlo de las nociones negativas que se tienen al respecto.
Por ejemplo, se sustituye ‘canibalismo’ por ‘antropofagia’ y luego ‘antropofilia’.
Al mismo tiempo se busca algún referente histórico, mitológico, contemporáneo, o directamente inventado con el que se comienza el proceso de legitimación y así introducir la idea de que la antropofilia puede ser legalizada.
Tercera fase: de lo aceptable a lo sensato
Para esa fase, se empiezan a promover ideas como: “el deseo de comer personas está genéticamente justificado”, “a veces una persona tiene que recurrir a eso, si se dan circunstancias apremiantes” o “un hombre libre tiene el derecho de decidir qué come”, la famosa ‘libertad de elección’.
En esta fase ya se empieza a acorralar a quien no esté de acuerdo con todos estos dogmas ideológicos.
Quien cuestione estas ideas empieza a recibir ataques y a ser etiquetado: ‘enemigos radicales’, ‘discurso de odio’ y se empieza a acusar a quien no esté de acuerdo con la antropofilia, o sea, el canibalismo, de ser un psicópata extremo que lo que quiere es quemar vivos a los inocentes caníbales y a otras minorías que interesen en ese momento.
Los medios de comunicación son claves en este proceso para legitimar y difundir, sea cierto o no, que el canibalismo se ha practicado siempre y que hay sociedades donde eso era algo normal.
Cuarta fase: de lo sensato a lo popular
Los medios de comunicación, personalidades relevantes y políticos ya comienzan a debatir públicamente sobre la antropofilia y continúa la difusión de caníbales ilustres en la historia.
Otra técnica muy común es promover la simpatía hacia los caníbales mostrándolos como víctimas que se han visto abocados a comer a otras personas o como incomprendidos y marginados.
Quinta fase: de lo popular a lo político
En esta etapa se empieza ya a legislar para regular el fenómeno. Se publican encuestas, en su mayoría falsas, que mostrarán el gran apoyo popular a la legalización de esta práctica y se establecerá un nuevo dogma: ‘queda prohibido prohibir el canibalismo’.
Según Gorzhaltsán esta técnica es típica del liberalismo que utiliza la tolerancia y la libertad para eliminar los tabúes sobre temas que quieren utilizar en su agenda política.
En esta etapa se prohíbe cualquier debate sobre el tema tema y se fuerzan las posiciones enfrentadas: o se está a favor del canibalismo o se es un intolerante agresivo que emplea un «discurso de odio» y que -por supuesto- es censurado en todas las plataformas de redes sociales.
¿Algo de todo esto les suena familiar?