El laboratorio estadounidense Moderna informó este miércoles 13 de julio que usará a la Argentina para su ensayo clínico de una “vacuna antigripal” denominada mRNA1010, la cual cuenta con tecnología de ARN mensajero, la misma que la farmacéutica utilizó en su inyección contra el coronavirus.
Moderna ya realizó el ensayo de Fase I y II de una vacuna (denominada mRNA1010) que actúa sobre los antígenos de hemaglutinina, una glicoproteína de superficie clave del virus de la gripe.
El ensayo de fase III, incluirá a 6.000 voluntarios en todo el mundo, 4.000 de los cuales serán reclutados en Argentina, en las ciudades de Buenos Aires (Mautalen Salud y el Hospital Militar Central), Córdoba (Sanatorio Allende), Tucumán y Rosario.
El reclutamiento se inició a mediados de junio y se extenderá hasta fines de agosto.
La fase III del ensayo se realizará en Argentina, Panamá, Colombia y Australia, según informó la compañía.
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“Las vacunas existentes contra la gripe utilizan el virus inactivado o atenuado, la tecnología ARN mensajero se diferencia por ser una nueva plataforma que es utilizable para las cuatro de cepas de influenza, incluye las cuatro cadenas de ARNm que recomienda la OMS”, señaló a Infobae Gisela Gianetti, directora médica de Vacunas en Mautalen Salud e Investigación, uno de los 11 centros médicos argentinos que participarán del ensayo.
Los ‘conejillos de indias’ del ARNm
Las nuevas vacunas de terapia génica que se utilizan para el Covid son sustancialmente diferentes de las vacunas clásicas de virus inactivos.
Mientras que estas últimas utilizan una variante neutralizada del agente patógeno completo para exponer al sistema inmunitario y provocar una respuesta, las primeras no utilizan ningún agente patógeno, sino que se basan en una instrucción genética de ARN mensajero (Moderna, Pfizer-BioNTech) o en una instrucción genética de ADN de doble cadena suministrada en un vector de un adenovirus (AstraZeneca, Johnson & Johnson) para obligar a las células humanas a cultivar la proteína pico del SARS-CoV-2 en un intento de provocar una respuesta del sistema inmunitario.
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El ARNm ingresa a través de las células del músculo e instruye al mecanismo celular para que produzca una porción inocua de algo llamado proteína S. La proteína S está presente en la superficie del virus que causa el COVID-19.
Cabe destacar que esta es una tecnología nueva y que los «conejillos de indias» son las personas. En este sentido, hubo científicos que alertaron de que las inyecciones experimentales de ARNm modifican el genoma humano, que son terapia génica y no una “vacuna”. Incluso uno de los creadores de esta tecnología, el Dr. Robert Malone ha advertido sobre estas terapias y sus efectos adversos, especialmente al aplicarla a niños y jóvenes.
En los países más desarrollados los laboratorios encuentran más difícil encontrar voluntarios para sus ensayos, aunque sea con paga.
En 2020, Pfizer también realizó ensayos en Argentina. El país sudamericano brinda una situación ideal para las farmacéuticas internacionales luego de sus polémicas salidas de la India y los países en África. Además, realizan ensayos en la población argentina con total cooperación y apoyo de las autoridades nacionales.
Nuevo negocio
La nueva vacuna contra la gripe llega en un momento en que las personas están perdiendo la motivación para vacunarse contra el Covid-19. El mismo director ejecutivo de Moderna se ha quejado de esto.
El CEO de Moderna, uno de los principales fabricantes de inyecciones de ARNm para el COVID-19, dijo recientemente ante el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) que su empresa tendrá que desechar 30 millones de dosis de las inyecciones Covid porque “nadie quiere llevárselas”.
“Es triste decirlo, estoy en el proceso de tirar 30 millones de dosis a la basura porque nadie las quiere”, dijo Stéphane Bancel, CEO de Moderna, en su intervención en el Foro Económico Mundial durante la Cumbre Anual de la organización transnacional en Davos, Suiza, realizada en el mes de mayo.