Boris Johnson, el Primer Ministro del Reino Unido, anunció esta mañana que dejará de ser el líder del Partido Conservador y también Primer Ministro, pero que seguirá en Downing Street hasta que se elija a su sucesor.
Su renuncia sigue a 48 horas dramáticas en las que decenas de ministros, incluido el canciller Rishi Sunak, renunciaron en protesta por su liderazgo.
“El partido quiere escoger un nuevo líder y un nuevo Primer Ministro”, dijo Johnson en un discurso público frente al 10 de Downing Street, afirmando que la gran victoria electoral obtenida por los conservadores en 2019 le impidió dar este paso antes.
“Era mi deber hacer lo que habíamos prometido. Entre otras cosas, recuperar el poder de las manos de la Unión Europea (UE), que permitió al país atravesar la pandemia y lanzar más rápido la campaña de vacunación”, señaló.
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“Pero, cuando el rebaño se desplaza, se desplaza”, prosiguió, aludiendo a las renuncias de los últimos días que se gestaron dentro de su mismo partido. “Y en política, nadie es indispensable”, reconoció.
Johnson agregó que le resultaba «doloroso» dejar el cargo, pero admitió que no había podido hacer frente a la oposición de los ministros de su propio partido que le instaban a dimitir.
«Me entristece dejar el mejor trabajo del mundo, pero es un descanso», dijo el Primer Ministro el jueves.
“Acordé con Sir Graham Brady, presidente de la bancada conservadora, que el proceso para elegir nuevo líder debe comenzar ahora y anunciaremos el calendario la semana próxima”, dijo Johnson en su discurso.
“Por eso he nombrado un nuevo gabinete que me acompañará hasta que un nuevo líder haya sido nombrado”, agregó.
Si todo ocurre como lo planeó, Johnson seguirá siendo jefe del gobierno británico hasta octubre cuando, tras un largo proceso de selección, su sucesor entre en funciones para la Conferencia del Partido Conservador.
Sin embargo, distintos analistas consideran que es difícil que con la presión que tiene que pueda llegar hasta octubre. La oposición pide elecciones anticipadas y hasta dentro de su formación creen que debe dejar inmediatamente sus funciones.
La práctica es habitual y así lo hicieron sus predecesores tories [del Partido Conservador], Theresa May y David Cameron, pero ninguno de los dos tenía el historial de escándalos del líder conservador.
Uno de los escándalos que desgastó su imagen positiva fue el del tratamiento de la pandemia y el llamado «partygate». Mientras los británicos estaban obligados a quedarse en casa, sin ver a familiares ni amigos debido al covid-19, en Downing Street, donde vive y trabaja Johnson, se sucedían todo tipo de eventos, desde fiestas de Navidad, despedida o cumpleaños hasta celebraciones en el jardín.
