El sismo de magnitud 5,9 se produjo a unas 30 millas al suroeste de la ciudad de Khost, una capital provincial ubicada en el sureste de Afganistán. Los temblores fueron lo suficientemente fuertes como para sentirse hasta la capital afgana de Kabul. Sin embargo, el área más afectada fue la provincia de Paktika, cerca de la frontera con Pakistán.
El terremoto se produjo durante la noche, cuando las fuertes lluvias continuaron interrumpiendo los esfuerzos de rescate inmediatos.
A raíz del terremoto, se informa que al menos 1.000 personas murieron, mientras que alrededor de 1.500 personas más resultaron heridas.
Según Shabir Ahmad Osmani, director de información y cultura en la provincia de Khost, se cree que 40 personas murieron y otras 100 resultaron heridas.
Las imágenes tomadas después vieron cómo se realizaban los esfuerzos de rescate, con puentes aéreos que sacaron a las personas de la zona del desastre en helicópteros, mientras que otros fueron atendidos en el lugar.
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Más imágenes de los talibanes mostraban a civiles “cavando tumba tras tumba”, creando una larga zanja para enterrar los cuerpos, según Mohammad Amin Huzaifa, jefe del departamento de información y cultura en la provincia de Paktika, el área más afectada por el terremoto.
Unas 2.000 casas fueron destruidas en el desastre, dijo Ramiz Alakbarov, representante especial adjunto para Afganistán de las Naciones Unidas (ONU).
Debido a que las familias afganas suelen ser numerosas y normalmente viven juntas, se teme que muchas sean desplazadas, informó The New York Times.
En declaraciones a The Guardian, el residente Karim Nyazai estaba en la capital provincial cuando su pueblo fue destruido por el terremoto.
“Estaba lejos de mi familia que vive en un pueblo remoto en el distrito de Gyan. Fui allí tan pronto como pude encontrar un automóvil temprano en la mañana”, dijo.
“Todo el pueblo está enterrado”, agregó. “Aquellos que lograron salir antes de que todo se derrumbara estaban logrando sacar los cuerpos de sus seres queridos de entre los escombros. Había cuerpos envueltos en mantas por todas partes”.
Trágicamente, 22 miembros de la familia extendida de Nyazai estaban entre los muertos.
“Perdí a 22 miembros de mi [familia extendida], incluida mi hermana y tres de mis hermanos. Murieron más de 70 personas en el pueblo”.
Otro sobreviviente, Arup Khan, fue rescatado de una casa de huéspedes caída y volvió a contar la «situación horrible» que lo rodeaba.
“Fue una situación horrible. Había gritos por todas partes. Los niños y mi familia estaban bajo el lodo”.
Según funcionarios talibanes, este puede ser el terremoto más mortífero en el país en dos décadas, trayendo otra tragedia a la empobrecida nación.
Pedido de ayuda
Bilal Karimi, portavoz adjunto de los talibanes, hizo un llamado a las agencias de ayuda para que se desplieguen y ayuden a los afectados por el terremoto.
“Instamos a todas las agencias de ayuda a que envíen equipos al área de inmediato para evitar una mayor catástrofe”, dijo.
Un líder tribal de la provincia de Paktika, Yaqub Manzor, dijo que los sobrevivientes y los rescatistas estaban trabajando juntos para rescatar a las víctimas del terremoto, mostrando fotografías de la devastación y muerte causada.
En respuesta al desastre, la ONU y la Unión Europea (UE) ofrecieron su ayuda a las víctimas.
“Ya se han desplegado equipos de evaluación interinstitucionales en varias áreas afectadas”, dijo la oficina de la ONU para asuntos humanitarios en Afganistán en Twitter.
“La UE está monitoreando la situación y está lista para coordinar y brindar asistencia de emergencia de la UE a las personas y comunidades afectadas”, tuiteó Tomas Niklasson, enviado especial de la UE para Afganistán.
Sin embargo, después de la toma violenta de Afganistán por parte de los talibanes en 2021, muchas agencias de ayuda internacional huyeron del país, siguiendo al ejército de EE. UU. Aún así, varias agencias internacionales, incluida la ONU, continúan brindando ayuda humanitaria.
El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, envió sus condolencias a las víctimas en un comunicado, prometiendo ayuda al pueblo afgano.
Con el número de muertos, se dice que el terremoto es el más mortífero desde 2002, cuando un sismo de magnitud 6,1 golpeó el norte de Afganistán, causando un número de muertos similar de alrededor de 1.000 vidas.
