El 18 de mayo, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunció que pausará el trabajo en su Junta de Gobernanza de la Desinformación recientemente convocada, a la que sus opositores se refieren como el «Ministerio de la Verdad» de Biden, y dijo que su trabajo fue «grave e intencionalmente mal caracterizado» y que “los ataques falsos se han convertido en una distracción importante”.
La jefa designada de la controvertida junta, Nina Jankowicz, renunció.
El DHS ha suspendido la junta por 75 días en espera de una revisión por parte de un Consejo Asesor de Seguridad Nacional (HSAC) bipartidista.
Según Fox News, un portavoz del DHS dijo que el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, “ha solicitado las recomendaciones finales del HSAC dentro de los 75 días. Durante la revisión del HSAC, la Junta no se reunirá y su trabajo se detendrá, pero continuará el trabajo crítico del Departamento en varias administraciones para abordar la desinformación que amenaza la seguridad de nuestro país”.
La Casa Blanca se ha expresado abiertamente, criticando a los oponentes de la junta e insistiendo en que la junta era necesaria y que sus objetivos no tenían nada de malo.
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El miércoles, el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Andrew Bates, dijo: “Estas difamaciones lanzadas por actores de derecha de mala fe contra un experto altamente calificado y contra los esfuerzos para combatir mejor el contrabando de personas y el terrorismo interno son repugnantes, y la administración se ha pronunciado enérgicamente contra ellos repetidamente.”
La “experta profundamente calificada” a la que se refirió Bates es Nina Jankowicz, una figura que rápidamente provocó la ira de muchos luego del anuncio de su nombramiento como directora de la junta.
Benjamin Weingarten, escribiendo para el New York Post, caracterizó a Jankowicz como “una vomitadora de mentiras en serie”, en un artículo de opinión publicado el 12 de mayo.
Las acusaciones se derivan de declaraciones públicas que Jankowicz ha hecho sobre una variedad de temas, incluidas declaraciones indicando que la historia de la computadora portátil Hunter Biden fue una campaña de desinformación rusa.
El miércoles, un funcionario del DHS defendió a Jankowicz diciendo: “Ha habido groseras caracterizaciones erróneas de cuál sería el trabajo de la junta. Y ha habido ataques personales grotescos y la reacción se ha convertido cándidamente en una distracción para el importante trabajo del departamento para abordar la desinformación que amenaza la seguridad nacional”.
Los republicanos se regocijan de la vuelta atrás de la administración Biden
La representante Lauren Boebert (R-Colorado), quien lideró un proyecto de ley para bloquear la creación de la junta, publicó en Twitter: “Cuando presionamos a esta administración, se doblan como un castillo de naipes. Se hace la llamada Junta de Gobernanza de la Desinformación. Esperemos que Nina descubra otra forma de hacerse famosa. ¡Cuidado con eso!”
“Nuestro proyecto de ley @HouseGOP para desfinanciar a la junta + indignación legítima de los republicanos ha tenido éxito”, tuiteó el representante August Pfluger (R-Texas).
Los principales republicanos de la Cámara también se regocijaron después de escuchar la noticia diciendo que era la “mejor decisión” de la Administración Biden.
En una declaración conjunta a Fox News, John Katko (R-NY) y el representante Mike Turner (R-Ohio) dijeron: “La suspensión de la Junta de Gobernanza de la Desinformación del DHS es, con mucho, la mejor decisión que se ha tomado cuando se trata de esta entidad orwelliana. Desde su lanzamiento inicialmente fallido, el ‘Ministerio de la Verdad’ carecía de una misión definida o incluso de una dirección”, y agregó que “estaba claro que era una herramienta política para ser manejada por el partido en control”.
“Esta junta solo logró reforzar que las prioridades del Departamento de Seguridad Nacional están gravemente fuera de lugar. Cuando la crisis fronteriza empeora a diario, los ataques cibernéticos de los adversarios amenazan con paralizar nuestra infraestructura crítica, el aumento de los delitos violentos pone en peligro a los estadounidenses en todo el país y las cadenas de suministro interrumpidas tienen un impacto devastador en los estadounidenses, el DHS se enfoca en vigilando la libertad de expresión de los estadounidenses”, escribieron Katko y Turner.
