El 9 de mayo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, calificó de políticas «ULTRA MAGA» a todas aquellas que se oponen a la agenda demócrata, incluyendo el aborto, que pronto podría dejar de ser legal en Estados Unidos.
MAGA es un acrónimo del eslogan de Trump “Make America Great Again”.
Biden habló por primera vez de los «extremistas ultra-MAGA» el miércoles pasado en la Casa Blanca, un día después de que el candidato preferido de Trump, JD Vance, prevaleciera en las primarias de Ohio para la nominación republicana al Senado. Esta fue solo la última ilustración del control que Trump tiene sobre el partido.
«Ya sea que se trate de esfuerzos para evitar que una mujer tome decisiones sobre su propia atención médica, o si esa es la política y las propuestas del presidente Scott que aumentarían los impuestos a las personas que ganan menos de 100.000 dólares al año, él seguirá denunciando eso. Pero él cree que todavía hay un camino por recorrer en el que tenemos un acuerdo”, dijo Psaki cuando un periodista le preguntó cómo podría Biden lograr un ansiado acuerdo bipartidista, cuando llamó «extremos» y «terroristas» a muchos republicanos conservadores o pro-Trump.
Biden ha tenido problemas para obtener el apoyo de los republicanos para otros temas clave de la agenda.
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El presidente pregonó la ley de infraestructura bipartidista en la Casa Blanca el lunes, pero la lista de legisladores que estaban allí incluía solo a demócratas.
Otro tema que divide las aguas es el del aborto.
EE. UU. se ha visto convulsionado en los últimos días debido a la filtración de una sentencia de la mayoría conservadora de la Corte Suprema en la que invalidaba Roe Vs Wade, el fallo de 1973 que legalizaba el aborto en todo el país.
El documento tiene fecha del 10 de febrero e indica que los jueces Clarence Thomas, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett votaron para revocar a Roe y Casey después de escuchar los argumentos orales en el caso de Dobbs vs Jackson Women’s Health Organization. Mientras que los tres jueces de izquierda rechazan la petición.
“Sostenemos que Roe y Casey deben ser anulados… Es hora de hacer caso a la Constitución y devolver el tema del aborto a los representantes electos del pueblo”, escribió el juez conservador Samuel Alito.
Esto ha provocado reacciones de todo tipo, especialmente porque durante cinco décadas el aborto había sido legal en el país, lo que ha provocado la muerte de al menos 62 millones de bebés nonatos.
Todavía resta por verse si se logra esta sentencia definitiva a mitad de año, a pesar de las amenazas y presiones que están sufriendo los jueces conservadores.
