Anticipándose a una sentencia de la Corte Suprema que derogaría el fallo Roe v Wade, Disney planea afrontar los costos de los viajes de sus empleadas para realizarse abortos en aquellos estados donde sí sea posible legalmente, ya que quedaría en postestad de cada estado decidir qué hacer con este procedimiento.
Como Florida, estado donde se encuenta Disney, es conservador y ya ha emitido leyes anteriores para restringir el aborto, va a optar por volverlo totalmente ilegal, si es que la decisión final de la Corte es anular Roe v Wade, el caso de 1973 que sentó jurisprudencia para legalizar el aborto a nivel federal.
“Disney, la compañía de entretenimiento infantil más grande del mundo, adoptó un programa de beneficios que subsidiará los abortos fuera del estado para los empleados y apoyará las operaciones de cambio de sexo para sus hijos menores”, escribió el twitter el periodista Christopher Rufo.
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EE. UU. se vio convulsionado en la última semana debido a la filtración de un borrador del fallo de la Corte Suprema, escrito por el juez conservador Samuel Alito representando a la mayoría, que decía que votarían para anular Roe v. Wade en el caso de Dobbs v. Jackson Women’s Health y que el aborto no está contemplado en la Constitución Nacional.
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Tras la filtración del documento, Citigroup, Amazon, Disney y otras grandes empresas anunciaron que ofrecerían pagarle sus empleadas mujeres hasta 4.000 dólares en gastos de viaje para realizar abortos en otros estados.
El pago se aplicaría si el “aborto legal” no está disponible dentro de las 100 millas de la casa de una empleada, y cada empresa tendrá distintos programas, algunos, como Disney, buscan cubrir la totalidad del costo, y otros, hasta cierto monto.
Parte de este “programa de beneficio” para la empleada en realidad lo es para la empresa, ya que para ellos es menos oneroso pagar los gastos correspondientes a un aborto, que los gastos de licencia por maternidad y otros asociados al nacimiento de un bebé.
Disney también se ha unido a un boicot contra la gobernación del estado por la sanción de la ley apodada “No digas gay”, promulgada en Florida, que impide que se le hable sobre géneros y orientaciones sexuales a niños de entre 2 y 7 años (al menos hasta el tercer grado de educación básica).
Una de las socias del activismo externo de Disney, Nadine Smith, del grupo de izquierda Equality Florida, dijo a sus empleados LGBT de Disney que el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, y su principal portavoz, Christina Pushaw, quieren “borrarlos, “criminalizar vuestra existencia” y “quitarles sus hijos”.
Disney ha sido una de las empresas que más ha recriminado al Gobernador DeSantis, señalando al líder político por imponer “discriminaciones”.
The Walt Disney Co. denunció la ley, comprometiéndose a participar más en el activismo LGBTQ. Para afirmar su compromiso, la corporación incluyó una escena homosexual en una película infantil (que previamente había retirado).
No es casual entonces que ese “paquete de beneficios” de Disney también se ofrezca a financiar el cambio de género en los hijos menores de sus empleados.
