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Francia quitará la patria potestad a padres opuestos al cambio de sexo de sus hijos

Published: 21 de febrero de 2022
El presidente francés, Emmanuel Macron, durante una conferencia de prensa en el palacio del Elíseo en París, el 30 de noviembre de 2021. (Imagen: CHESNOT / Getty Images)

El Congreso de Francia aprobó una ley para introducir un nuevo delito en el Código Penal, que sanciona con años de prisión y elevadas multas a los padres que se opongan a que sus hijos cambien de género.

Aunque la ley trata sobre la ilegalización de las terapias de conversión sexual, el texto también incluye el tópico de los menores, y su deseo de cambiar de sexo, que si un padre rechaza puede implicar desde ahora un delito.

El presidente francés, Emmanuel Macron, firmó y puso en efecto la ley que envió a la Asamblea Nacional, y de inmediato fue aprobada

La norma se refiere a prácticas, comportamientos o declaraciones, que tengan por objeto modificar o reprimir la «orientación sexual o la identidad de género» de una persona.

Si un padre es condenado, el juez penal tendrá que estudiar si retira o no la patria potestad.

«Cuando la infracción sea cometida por una persona que ejerza la patria potestad sobre el menor, el tribunal decidirá la retirada total o parcial de la patria potestad o la retirada del ejercicio de la misma”, dice el texto de la norma.

Élisabeth Moreno, ministra de Igualdad entre Mujeres y Hombres y Diversidad comparte en Twitter la entrada en vigor de la Ley.

Cualquiera de estos actos es sancionado con dos años de prisión y 30.000 euros de multa.

Cuando se trata de un menor las sanciones son mayores, y los actos mencionados se castigan con tres años de prisión y una multa de 45.000 euros.

El objetivo del texto es que la infracción así creada sea reconocida como tal para ayudar a las víctimas a presentar denuncias.

Según su exposición de motivos, estas «terapias» dirigidas generalmente a un público joven, tienen efectos dramáticos y duraderos en la salud física y mental de quienes los padecen: depresión, aislamiento, suicidio.

Estas prácticas, que pueden adoptar la forma de entrevistas, cursos de formación, exorcismo, tratamientos de electroshock o inyecciones de hormonas, y no tienen ninguna base médica o terapéutica. Las llevan a cabo una minoría de autoproclamados «terapeutas» y ciertos representantes o seguidores de sectas, de acuerdo con el medio francés, Vie Publique.

La Ley fue aprobada el pasado 31 de enero por unanimidad, por 143 votos a favor y ninguno en contra, aunque hubo 430 diputados que se ausentaron a la votación.

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Texto de la Ley desata oleada de protestas

Parte de la comunidad médica y de los juristas manifestaron su inconformidad, según el diario Le Figaro.

Y es que la ley «no se limita a prohibir las intervenciones médicas y psicológicas para cambiar la orientación de las personas homosexuales, sino que también se incluye las cuestiones relativas a la identidad de género».

Al incluir la identidad de género en el texto legal, el Observatoire la petite sirène, un grupo que reúne a médicos, psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas infantiles, expresó, «ya no podremos cuidar a menores que sufren disforia de género», según la plataforma One of Us, una iniciativa que reúne a casi todas las organizaciones provida y profamilia dentro de Europa.

De acuerdo con los expertos en salud citados por esta fuente, «se corre el riesgo de encerrar a los jóvenes en una identidad que quizás no fuera más que la expresión de sus dificultades, muy comunes también en la adolescencia».

En lugar de actuar prematuramente con bloqueadores de la pubertad, las dificultades de los jóvenes deben ser enfrentadas «con cursos de psicoterapia» para darle al niño la oportunidad de comprender verdaderamente cuáles son sus problemas y lo que realmente quiere.

La ideología de género en extremo

El gobierno francés considera la “identidad de género” o la “orientación sexual”, sinónimos de libertad, así lo expone Élisabeth Moreno, ministra de Igualdad entre Mujeres y Hombres y Diversidad.

“La identidad de género o la orientación sexual deben ser, en otras palabras, sinónimo de libertad. Libertad para ser uno mismo”.

Si hace solo unos meses en Francia algunos se alarmaban aun por los daños que podia ocasionar a los niños el cambio de sexo, con esta medida, que afecta a la familia en su misma esencia que es la patria potestad, la teoría de género fue aun mucho mas lejos.

Veamos algunos ejemplos de lo que ocurría un tiempo atrás.

“Vergüenza…, la destrucción de la familia, el desmantelamiento de los vínculos, el desprecio de la autoridad paterna, el conflicto de lealtad por el hijo..,. todos los principios de la medicina y la democracia son destrozados día tras día. Dividiendo una y otra vez”, escribió en Twitter, Marie-Estelle Dupont, Psicóloga clínica y psicoterapeuta, refiriéndose a la decisión del gobierno francés de que con la autorización de uno solo de los padres es suficiente para vacunar a los niños de 5 a 11 años.

“¡Atroz! Los fanáticos de la teoría de género siguen destruyendo psicológica y físicamente a los niños, 16 años después del suicidio de Bruce/Brenda Reimer, el primer niño que se sometió a un cambio de sexo bajo la presión de sus familiares”, escribió el usuario de Twitter, @EveilPourTous.

https://twitter.com/EveilPourTous/status/1317116335869071361?s=20&t=7IfFYHAjYrTaM9yKUtp9YA

«No podemos seguir callando ante lo que nos parece una grave deriva cometida en nombre de la emancipación del «niño transexual». Es a costa del tratamiento médico de por vida de los cuerpos de los niños», compartió la periodista, Violaine des Courières.

Como dijo la ministra Élisabeth Moreno, se trata de una “lucha” por cambiar la democracia:

“Esta lucha ha llevado a nuestra democracia a redefinirse”.

Es la narrativa globalista y de izquierda. Busca cumplir la promesa marxista de crear el paraíso en la Tierra.

Se trata de mejorar la democracia al “hacerla más justa e igualitaria”, de “reparar las injusticias”, y de “construir una nueva sociedad”.

¿Derechos ideológicos?

Baño para todos los géneros en el bar Exiles, Washington, D.C., EE. UU. Wikipedia.

Para la psicoanalista francesa Céline Masson, la trans identidad forma parte de una «subcultura ideológica contagiosa a través de las redes sociales”.

La llamó «utopía de género», que es un asidero ideológico a través de las redes sociales donde se hace creer a los jóvenes en busca de una identidad y con una pobre autoestima.

Masson es integrante del «Observatorio del discurso ideológico sobre la infancia y la adolescencia» (Observatoire la petite sirène).

“Una gran mayoría de los adolescentes que se presentan en las consultas por ‘disforia de género’ se han diagnosticado a sí mismos en Internet. Los influencers trans dramatizan las diferentes etapas de su transición, remitiendo a los jóvenes a sitios web que explican cómo convencer a los médicos para que les receten hormonas o cómo salir del armario ante los padres. Llegan a la clínica con un discurso estereotipado”.

Agregó que estos jóvenes se sienten parte de una comunidad, una nueva familia que los apoya y los ve como héroes.

Sin embargo, en el 75-80% de los casos, tienen trastornos psiquiátricos preexistentes y piensan que declararse «trans» resolverá sus problemas.

Céline Masson confesó que luego de ver un documental, que retrata a “Sasha”, un niño de 8 años que, según su madre, expresó el deseo de convertirse en niña a una edad muy temprana, y que le pareció un “montaje” que promueve la trans identidad en los niños, “una película militante, incluso de propaganda”, decidió junto con varios profesionales de la infancia crear el Observatorio.

Ellos denuncian la instrumentalización ideológica de la «disforia de género».

En Francia en los últimos diez años, las solicitudes de reasignación de sexo en esta categoría de edad han aumentado exponencialmente.

El llamamiento del Observatorio se refiere esencialmente a la protección de los niños y a la preservación de su integridad física y psicológica.

De hecho, los tratamientos médicos, como los bloqueadores de la pubertad, las inyecciones de hormonas del sexo reclamado, las mastectomías o las ablaciones testiculares, se llevan a cabo en el cuerpo de niños sanos y, como se preocupan los padres de Quebec, «el niño sano se convierte en un paciente de por vida», dijo Céline Masson.

«¿Por qué, se preguntan los padres, aceptar la confusión entre «sexo» y «género»? Si este atajo puede a veces excusarse en las ciencias sociales, no puede ciertamente aceptarse en el ámbito médico, especialmente cuando se trata de la salud de nuestros hijos […] ¿Cómo puede un médico disociar a una persona de su cuerpo?»; la anatomía, decía Freud, es el destino, nos constriñe”, dicen estos profesionales franceses.

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