Según los medios de comunicación, la clase dirigente canadiense está desplegando los servicios de protección de menores para retener a los niños de los camioneros que participan en la protesta de ocupación del Convoy de la Libertad en la capital del país, Ottawa.
Global News informó el 8 de febrero que el subjefe de policía de Ottawa, Steve Bell, utilizó una rueda de prensa para preparar el escenario para usar el enfoque como un método para acabar con la ocupación cuando señaló que «casi el 25 por ciento de los 418 camiones tienen niños viviendo» en ellos, niños que podrían estar en riesgo durante una operación policial”.
El redactor de Global aprovechó la oportunidad para agregar: «La policía de Ottawa ha recurrido a la Children’s Aid Society (CAS) para obtener asesoramiento sobre cómo proceder con las operaciones de cumplimiento en el centro de la ciudad».
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La premisa se reforzó con las aclaraciones de Bell: «No estamos en la etapa de buscar hacer ningún tipo de actividad de aplicación de la ley en torno a eso», y «Sólo pensamos que es un factor importante que complica y hace que esta sea una operación aún más difícil».
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El medio de mensajería estatal financiado con fondos federales, Canadian Broadcasting Corporation, también posicionó una narrativa similar cuando transformó un artículo de actualización en vivo del 8 de febrero sobre una actualización de la respuesta del Servicio de Policía de Ottawa (OPS) al Convoy en un artículo titulado Gran número de niños entre los manifestantes que obstaculizan respuesta, dice la policía.
“Bell también centró su atención en los hijos de los manifestantes. Durante el fin de semana, se instalaron castillos inflables cerca de Parliament Hill para ayudar a entretener a los niños que quedan. Bell dijo que la policía está trabajando con la Sociedad de Ayuda Infantil de Ottawa con respecto a esos niños”, decía el artículo.
El artículo agregó: “En una declaración a CBC, la sociedad confirmó que está trabajando con la policía de Ottawa y dijo que tiene el deber de investigar las denuncias de abuso y si un niño puede necesitar protección”.
Sin embargo, el artículo estaba equilibrado con citas de participantes en la protesta que «negaban que los niños estuvieran en peligro».
Indignación
Un gran número de cuentas de Twitter seudónimas de tendencia izquierdista compartieron el artículo de CBC. Una que decía ser una madre de una zona rural subtituló el artículo con: “Tal como dije, los grandes y valientes ‘héroes’ usan a los niños como escudo para que la policía no pueda actuar. Es hora de que se instalen los servicios de protección infantil. Patético. #gohome #pequeños #perdedores #FluTruxKlan”.
Una segunda cuenta similar subtituló la acción simplemente diciendo «¿Dónde están los Servicios de Protección Infantil?»
Un tercer experto totalmente anónimo no compartió el artículo, pero dio a luz una noción similar en la cámara de eco: “Los Servicios de Protección Infantil, en el pasado, han detenido a niños de automóviles estacionados fuera de los Casinos. Los trabajadores de CAS están obligados a sacar a los niños de las familias sin hogar, si están viviendo en su automóvil. ¿Qué les pasa a las autoridades de Ottawa?”.
Un cuarto, cuyo nombre de perfil contenía palabras como “Wear an N95 #COVIDisAirborne” (“Use un N95, el COVID está en el aire”) hiló el mismo rollo reiterativo: “Camioneros que usan niños como escudos humanos para mantener a raya a la policía. Esos grandes y valientes camioneros”.
La columnista del National Post, Rupa Subramanya, también vinculó el tema en un tuit del 6 de febrero con respecto a un movimiento de la OPS para incautar y bloquear los suministros de diésel en un esfuerzo por matar de hambre al Convoy que puede poner en peligro a los niños que viven en las cabinas de los camioneros.
“En caso de que alguien esté interesado, hay algunos niños que viven en los camiones con sus padres, por lo que cortar el diésel también podría poner en peligro a estos niños”, afirmó junto con un video de la policía incautando bidones.
Otro experto en Twitter, que decía ser un sin techo, utilizó un artículo del National Post del 8 de febrero en el que se hablaba de cómo los bidones se habían convertido en un símbolo de disidencia para los manifestantes como trampolín para una llamada a la acción cargada de retórica extremista: «Esto sería un motivo para que los servicios sociales de #Ottawa se llevaran a los niños si los padres fueran #indígenas, #sinhogar – ¡cualquier cosa menos los camioneros #blancosupremacistas!».
Otro anónimo más, cuyo perfil se describía a sí mismo como «un aliado veterano, ateo y LGBTQ+» y cuyo identificador contenía no menos de tres vacunas y emojis de un átomo, tal vez para señalar a los demás que son muy científicos, fue igualmente extremo cuando usaron un Artículo de Toronto Star para afirmar: “Me recuerda mi gira en #Afganistán cuando los talibanes usaban a los niños como escudos humanos. Los #TruckersForFreedom2022 no son más que cobardes. Es hora de agregar el abuso infantil a su lista de delitos. #KarenKonvoy”.
