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Las inyecciones Covid “no son vacunas” sino un experimento mundial sin precedentes, afirma en el Congreso español un experto en farmacovigilancia

Published: 9 de febrero de 2022
Joan-Ramon Laporte Roselló, profesor honorario de la Universidad Autónoma de Barcelona, durante su intervención el 7 de febrero de 2022 en el Congreso. Fuente Congreso.

Durante una intervención en el Congreso de Diputados de España, un experto en farmacovigilancia y ex asesor de la OMS, aseguró con datos irrefutables que las vacunas no son vacunas y que no salvan vidas, sino que son un experimento mundial sin precedentes.

“Los ensayos clínicos no han demostrado que las vacunas salven vidas”, aseguró el eminente experto en farmacovigilancia, Joan-Ramon Laporte Roselló.

Laporte Roselló asistió como ponente a la Comisión de Investigación sobre la gestión de las vacunas y el Plan de Vacunación el pasado 7 de febrero, pero terminó argumentando contra las vigentes vacunas contra la Covid-19.

“Los ensayos clínicos, que son considerados la principal fuente de pruebas sobre la eficacia de los tratamientos, las vacunas médicas, no muestran que las vacunas reduzcan la mortalidad”, sostuvo el que es también catedrático de farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

En base al análisis de las inoculaciones realizadas por Moderna y de Pfizer durante su fase de pruebas, el experto demostró que dichas vacunas no reducen la mortalidad.

“En el ensayo de Moderna, hubo 14 muertos en el grupo placebo y 14 en el grupo vacuna. Y en el ensayo de Pfizer hubo 16 muertos en el grupo vacuna y 15 en el grupo placebo. Esto no demuestra que las vacunas reduzcan la mortalidad”, explicó.

Tecnologías nuevas que “no son vacunas” conllevan a un experimento

El experto, además, indicó que con la vacunación el mundo está enfrentando un experimento sin precedentes.

“Simplemente pretendo poner de manifiesto que estamos ante un experimento que atañe, prácticamente y potencialmente, a la totalidad de la ciudadanía, no sólo en España, sino en todo el mundo”, apuntó el experto Laporte Roselló.

Luego de los resultados de los primeros ensayos clínicos publicados por ambas compañías en diciembre de 2020, que mostraron una eficacia preventiva de 90% o más, y “parecían muy convincentes”, el mundo comenzó a “suspirar” por las vacunas, pero debiamos ser conscientes de que entrabamos a un experimento global.

Pero Laporte Roselló señaló que, esos datos de ensayos clínicos solo eran datos preliminares que deben ser comprobados en la práctica.

Para ejemplificar su comentario, se refirió a la compañía Pfizer, la cual, durante los ensayos clínicos de la vacuna con 43 mil personas, solo 5 de ellos eran mayores de 85 años, y solo el 4 % eran mayores de 74 años, o sea sectores que no eran los más vulnerables a la enfermedad.

Sin embargo, “la vacunación en España comenzó entre los mayores de 80 años”, y el primero que recibió la vacuna tenía 90 años, por lo que se aplicó a una persona que no estaba representada en los ensayos clínicos realizados.

“Este experimento se realiza con unos productos que son tecnologías nuevas que implican la administración de ácidos nucleicos, y que no son, según el diccionario de la RAE, propiamente vacunas. Son fármacos, porque la definición lo deja muy claro”, expresó.

Refiriéndose a la eficacia de las vacunas, Laporte Roselló dijo que a pesar del optimismo sobre los resultados de las vacunas en el 2020, “vimos” que 6 meses después de la aplicación de la segunda dosis, “la eficacia se redujo en un 20 %”.

El profesor resaltó como a pesar de estos datos, en vez de ser interpretados como una insuficiencia de la vacuna, fue visto por los fabricantes como una “oportunidad” de aplicar la vacuna “varias veces, incluso hasta toda la vida”, y ello es el “sueño de todo vendedor”.

A petición de La Administración de Medicamentos y Alimentos del Gobierno de los Estados Unidos (FDA), Pfizer, anuncia en Twitter que inició una presentación para ampliar la autorización de uso de emergencia de la vacuna, para incluir a los niños de 6 meses a 4 años de edad.

Por esta razón, según concluyó Laporte Roselló, estamos frente a un experimento prolongado en el tiempo, y que es mundial.

“Las llamadas vacunas de Pfizer y Moderna no son verdaderas vacunas. Son fármacos basados en una tecnología nunca usada en terapéutica hasta ahora, y menos en campañas masivas. De ahí que la vacunación masiva supuso un experimento global sin precedentes en la historia de la humanidad”, sostuvo con vehemencia el renombrado experto.

No eliminan la transmisión del virus Covid-19

El profesor concluyó que los resultados obtenidos por las compañías farmacéuticas deben ser considerados sólo como “indicios” pero de ninguna manera deben ser considerados como “evidencias”.

“Cierto, claro, patente, y sin la menor duda”, mencionó el experto, así es como la RAE describe lo que es evidencia, y se refirió a que es triste ver como las autoridades de salud se refieren a evidencia en los resultados de las vacunas, cuando en realidad estamos frente a una enfermedad nueva, poco conocida e imprevisible en cuanto a las secuelas que va a dejar.

“Está claro que las vacunas no evitan la transmisión de la enfermedad”, afirmó, y luego añadió, “de modo que el pasaporte o certificado carecía de base científica y además puede haber contribuido a aumentar el número de casos, puesto que daba una falsa sensación de seguridad”, aseguró el profesor.

Video de la presentación completa del profesor Joan-Ramon Laporte Roselló en el Congreso de España.

En cuanto a la protección, señaló que la eficacia de la vacuna frente a la cepa delta fue inferior frente a la cepa Alfa, y no funcionó frente a la variante Omicrom.

Citó un estudio realizado en Cataluña, del Dr. Luis Carlos SIlva, que demostró que entre 23 de diciembre 2021 y 12 de enero de 2022, en plena onda Omicrom, se hubo 37 mil diagnósticos por Covid en personas vacunadas, y 30 mil entre no vacunados, lo que esto muestra que la vacuna no protege contra la cepa Omicrom.

Frecuentes efectos adversos de la vacunación

En una presentación que fue muy exhausta ante el Congreso español, Laporte Roselló no dejó de mencionar la existencia de frecuentes efectos adversos entre los vacunados.

El profesor mencionó un fraude en el caso de Pfizer, y como fueron escondidos los efectos adversos ocurridos durante la fase de los ensayos clínicos.

Revisando la historia de 3 pacientes que padecieron efectos adversos graves, dijo que “no es cierto que no se registraron efectos adversos”, porque estos “ocurrieron, pero fueron escondidos bajo la alfombra”.

Además, señaló que estos 3 casos se darán a conocer en las próximas semanas, con el nombre real de los pacientes para que no se creen dudas al respecto.

El experto español se refirió a miocarditis y la pericarditis.

“Se nos dijo primero que la incidencia podía ser de un caso por millón; después se rebajó la estimación a un caso por 100.000; después salió un estudio israelí que hablaba de un caso por 10.000 en los adultos jóvenes”, explicó el experto refiriéndose a la miocarditis y la pericarditis.

Luego mencionó casos concretos que son muy conocidos a nivel mundial.

“Ustedes habrán visto o habrán oído hablar de jugadores de fútbol famosos e incluso de espectadores de espectáculos deportivos que colapsan en mitad del partido. Son personas vacunadas que tienen problemas cardíacos posiblemente atribuibles a la vacunación, y de eso no se habla”.

Reunión de la Comisión de Investigación relativa a la gestión de las vacunas y el Plan de Vacunación. Fuente Congreso.

También mencionó que, cuando salió la vacuna de Astrazeneca se mencionaron casos de trombosis graves en mujeres jóvenes, y como a nivel europeo se trató el asunto de manera muy lenta y sin una verdadera precisión de la información sobre los efectos adversos.

Se refirió a cómo entre el 1 de enero y el 19 de abril de 2021, en Cataluña, se registraron 53 casos, “es mucho” dijo, pero añadió que en las bases de datos de los centro de salud de Cataluña habían 540 casos, más de 10 veces lo que se habían notificado.

Destapó la existencia de una gran corrupción

Además, Joan-Ramon Laporte Roselló, razonó como este nocivo experimento pudo abrirse paso como política al ser avalado, en virtud de la connivencia entre profesionales sanitarios y las grandes farmacéuticas en España.

“España es el miembro de la Unión Europea más permisivo en materia de conflictos de intereses y relaciones opacas de profesionales sanitarios con las compañías farmacéuticas, algo que también se da con las sociedades médicas y sus expertos”, dijo.

La izquierda avergonzada

Joan-Ramon Laporte Roselló fue invitado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y por el también partido de izquierda “Unidas Podemos”.

Estos partidos están a favor de la inoculación masiva. Son miembros del Gobierno de Pedro Sánchez. Son además los adalides de la política sanitaria extrema de mascarillas, distanciamiento social y vacunación, y acusan al resto de difundir mensajes “antivacunas” o “negacionistas”.

Las palabras del catedrático se dan en un contexto mundial en que la libertad de expresión, opinión y cátedra, están siendo restringidas cuando éstas no se adecúan al dogma de lo política y lo científicamente correcto.