El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se sumó a un esfuerzo internacional contra la pederastia, abusos y explotación sexual infantil, en el que participan 27 organizaciones en todo el mundo.
Conocido como el proyecto ‘Héroes’, el grupo de naciones abordará la prevención a través de un enfoque mixto de tecnología y acción social.
Para ello desarrollarán aplicaciones gratuitas de código abierto que ayudarán a reducir el riesgo de convertirse en víctimas de trata, y a aumentar la seguridad con la que los niños se comunican a través de las redes sociales.
Brasil aportó dos millones de euros al proyecto que está liderado por la Universidad Complutense de Madrid junto a 17 países, y que ya cuenta con 7 millones para emprender su tarea.
Todos los participantes contribuirán a crear herramientas tecnológicas y protocolos que ayuden a armonizar las normas existentes en la materia con lo cual buscan “que las víctimas no tengan que revivir su pesadilla una y otra vez”, de acuerdo con una nota de prensa de la Complutense.
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Como resultado ello ayudará a que la prevención, investigación y asistencia a las víctimas se analicen desde tres vertientes: la informática, la social y la legal.
Por Latinoamérica también participan Colombia, Perú y Uruguay, mientras que por la Unión Europea participan Austria, Bélgica, Bulgaria, Francia, Grecia, Irlanda, Letonia, Lituania, Portugal, España, Reino Unido; también están Suiza y Bangladesh.
Pedofilia “un delito atroz”
En Brasil, uno de cada tres niños es abusado sexualmente antes de los 18 años, y la mayoría de los abusadores son parientes cercanos, que viven con el niño o la niña a diario, de acuedo con Veja.
El presidente Bolsonaro quiere aprobar esta año 2022, una ley contra la pedofilia.
De acuerdo con declaraciones de José Lopes Hott Júnior, director ejecutivo adjunto de la «Casa Civil» del gobierno, clasificar el delito de pedofilia como un “delito atroz” es una de las prioridades para este año.
“Es un delito que impacta a toda la sociedad que mueve un mercado con un volumen económico considerable y que afrenta nuestra forma de vida colectiva”, dijo José Lopes Hott Júnior, según Direita Online.
En el mundo hay 90 países que no cuentan con legislación específica para el contenido pedófilo en Internet.
También ocurre que las autoridades en ocasiones no saben cómo lidiar con este tipo de delitos.
“Todavía hay países que creen que porque el material con el que denunciamos es un vídeo y no tienen a la víctima delante, no merece la pena investigar”, dijo Pilar Ramírez, vicepresidenta del Centro internacional para niños desaparecidos y explotados (ICMEC), que también se sumó al proyecto, publicó El País.
El ICMEC es el mayor organismo del mundo dedicado a rastrear y denunciar contenido sexual de menores.
Del lado de las víctimas, a veces los afectados prefieren no acudir a las autoridades porque no existe legislación en la materia o porque “no se fían del trato que vayan a recibir”, añadió Pilar Ramírez.
El proyecto «Héroes» está bajo la coordinación del profesor Luis Javier García Villalba, director del Grupo de Análisis, Seguridad y Sistemas (GASS) de la UCM.
El esfuerzo al que se sumó el presidente Bolsonaro trabajará en la creación de software que resulten más accesibles y que permitan rastrear contenido de forma automática.
“Vamos a proporcionar mecanismos para rastrear y encontrar a las mafias y queremos automatizar trabajos que ahora mismo se hacen de forma artesanal”, dijo Ana Lucila Sandoval, miembro del equipo investigador de la Complutense.
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Casi 30 millones de víctimas de la trata de personas
Hay aproximadamente 24,9 millones de víctimas de la trata de personas en todo el mundo.
Dentro de ellos, cerca del 30% son niños, compartió la sección Investigación Criminal del Servicio de Impuestos Internos (IRS) de EE. UU.
Estos números, sin embargo, pueden ser mayores, pues la ONU estima que por cada víctima de la trata de personas identificada existen 20 más sin identificar.
El IRS dio a conocer que se asoció a su vez con el ICMEC (parte del proyecto Héroes), y con la asociación INHOPE, para combatir la explotación sexual infantil proporcionando información sobre cómo se utiliza la criptomoneda para llevar a cabo estos delitos.
La misión de INHOPE, por su parte, es apoyar la red de líneas directas en la lucha contra el material de abuso sexual infantil (CSAM) en línea.
En un mundo digital sin fronteras, el CSAM tiene consecuencias globales y, a medida que aumenta el CSAM también aumentan los esfuerzos para combatirlo.
En el caso de INHOPE, intercambia informes entre las líneas directas de miembros de INHOPE e Interpol, a través de una base de datos compartida, llamado ICCAM.
Las líneas directas reciben informes del público, la industria y los organismos encargados de hacer cumplir la ley (nacionales) y otras líneas directas.
Estos informes pueden contener (enlaces a) fotos y videos en sitios de acceso públicoparte de Internet, en la que niños menores de 18 años cometen actos sexuales (con menores y/o adultos); posan de manera sexual; o se colocan en un ambiente con elementos de sexualidad.
Vertiginoso desarrollo de la trata por cierres durante la pandemia
Aunque estas instituciones que luchan contra la trata y el abuso infantil actualmente operan coordinadamente, el proyecto al que se sumó el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, toma en cuenta que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), «agravadas» por el bloqueo provocado por la pandemia del COVID-19.
Estas tecnologías propiciaron un espacio para que la trata de seres humanos y el abuso y la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes se desarrollen muy rápidamente, convirtiéndose en dos de los grandes problemas de nuestra sociedad.
Además, estiman que las herramientas técnicas y jurídicas con las que cuentan las fuerzas del orden, los fiscales, los jueces y las organizaciones de la sociedad civil, no se adecúan al «ritmo» con el que los delincuentes utilizan las nuevas tecnologías para continuar con sus “abominables actos”.
Es por ello que el proyecto «Héroes» proporcionará tecnología para mejorar la necesaria coordinación entre los agentes implicados, y para la armonización de los marcos legales de cada uno de los países afectados, y metodologías de trabajo conjuntas para favorecer el acercamiento y asistencia a las víctimas y reducir la ocurrencia de estos delitos.
