El Pentágono anunció que ha puesto a 8.500 soldados estadounidenses en estado de “mayor preparación para desplegarse” a las órdenes del presidente Joe Biden para brindar apoyo a sus aliados orientales de la OTAN si aumentan las tensiones entre Rusia y Ucrania. Según se informa, Rusia ha desplegado alrededor de 127.000 soldados cerca de la frontera con Ucrania.
En una rueda de prensa del 24 de enero, John Kirby, secretario de prensa del Departamento de Defensa, declaró que no se ha tomado ninguna decisión con respecto al despliegue de tropas. Los 8.500 soldados están solo en espera, para ser desplegados de inmediato en caso de que surja la necesidad.
Se espera que apoyen a la Fuerza de Respuesta RAPID (NRF) de la OTAN, que la organización denomina una «fuerza multinacional altamente preparada y tecnológicamente avanzada» que está compuesta por componentes de Fuerzas de Operaciones Especiales (SOF) aéreas, terrestres y marítimas. NRF se puede implementar rápidamente «donde sea necesario».
Las tropas estadounidenses en espera incluyen equipos de combate de brigada, apoyo de aviación, apoyo médico, personal de logística y aquellos involucrados en misiones de vigilancia, reconocimiento e inteligencia. Kirby señaló que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, también quiere que un número no especificado de tropas esté listo para otras contingencias imprevistas.
«Seguimos comprometidos con la alianza y seguimos absolutamente comprometidos con el refuerzo de las capacidades de nuestro – de nuestro – del flanco oriental de la OTAN en la medida en que deseen ese apoyo adicional… No creo que nadie quiera ver otra guerra en el continente europeo. Y no hay ninguna razón para que eso ocurra. Esto podría ser resuelto muy fácilmente por los rusos desescalando. Alejando algunas de estas fuerzas, cosa que no han hecho», dijo Kirby en la rueda de prensa.
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Mientras tanto, Estados Unidos ordena a sus diplomáticos y familias que abandonen Ucrania. Australia y el Reino Unido también están siguiendo a Washington en este sentido y han pedido a sus diplomáticos que abandonen Kiev. Sin embargo, Ucrania y la UE han criticado tales acciones, argumentando que tal retiro del personal de la embajada está creando pánico entre la gente.
En una entrevista con Euractiv, un diplomático de la UE calificó la retirada diplomática de naciones extranjeras como “inoportuna” y que las decisiones de evacuación están enviando una “señal equivocada” a los ucranianos. El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, calificó la salida diplomática de «prematura» y trató de calmar los temores que la gente pueda tener sobre la seguridad en Ucrania.
“Sabemos muy bien cuál es el grado de las amenazas y la forma en que debemos reaccionar, y sin duda debemos evitar reacciones alarmistas… Hay que estar tranquilo haciendo lo que hay que hacer y evitar un ataque de nervios”, afirmó Borrell. Los diplomáticos de las naciones de la UE continúan permaneciendo en Ucrania. Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania, agradeció a los líderes de la UE por mantener a los diplomáticos en el país.
Dentro de Ucrania, algunos están preocupados mientras que otros se preparan para la guerra. Una encuesta reciente realizada por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS) encontró que el 48,1 por ciento de los ucranianos cree que la acumulación de tropas rusas cerca de la frontera del país apunta a la posibilidad de una invasión en primavera o invierno. Un tercio de los ucranianos están comprometidos a tomar las armas si se produce una invasión rusa.
En una entrevista con la BBC, Andrei Volkov, consultor de TI en Kiev, calificó la situación en su país de “peligrosa” y admitió que estaba haciendo “planes de contingencia” en caso de que las cosas se pusieran feas. “La situación es extremadamente tensa, creo que algo podría pasar… Supongo que ir al oeste de Ucrania, ir a algún lugar donde sea seguro”, dijo.
“Por supuesto que estoy preocupado. Soy una mujer pacífica, no quiero que empiece una guerra. Pero de todos modos, en caso de que se inicie, debo estar lista para defender el país”, dijo al medio una médica de 50 años que forma parte de una fuerza de defensa local integrada por voluntarios.
