Con Ucrania enfrentando la amenaza de una posible invasión rusa en cualquier momento, Estonia, un aliado de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), quiere brindar apoyo militar a Ucrania.
Sin embargo, Alemania está impidiendo que Estonia lo haga, ya que las armas que quiere enviar a Ucrania son de origen alemán. El bloqueo de Berlín se debe a la política del país contra la exportación de armas a regiones tensas.
«El principio que rige las exportaciones de armas es siempre el mismo -ya sea que provengan directamente de Alemania o de terceros países- y no se ha emitido ningún permiso en esta etapa… No es posible estimar el resultado del proceso en este momento», dijo un funcionario del gobierno alemán al Wall Street Journal (WSJ). Un funcionario estonio declaró al medio de comunicación que su país espera obtener pronto la aprobación de Alemania.
La contribución militar de Estonia a Ucrania podría no ser demasiado significativa y es poco probable que provoque un cambio masivo en el conflicto militar entre Ucrania y Rusia en caso de que ocurra. Sin embargo, al no permitir que Estonia exporte armas, la acción de Alemania podría ser interpretada por Rusia como una indicación de una ruptura entre los miembros de la UE. Permitir que Estonia transfiera armas también allanará el camino para que otras naciones que tienen armas fabricadas en Alemania también las transfieran.
“Puedo entender el deseo de apoyar a Ucrania, y eso es exactamente lo que ya estamos haciendo… Tenemos que hacer todo lo posible para reducir la escalada. Actualmente, las entregas de armas no serían útiles en este sentido, hay acuerdo sobre esto en el gobierno alemán”, dijo la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, a un periódico local.
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Algunos han criticado la postura del gobierno alemán al respecto, insistiendo en que la exportación de armas de algún tipo es esencial para fines defensivos. Según Henning Otte, miembro del comité de defensa del Bundestag, Alemania no debería rechazar la solicitud de Ucrania de un arma defensiva, cuya privación podría llevar a que el país sea invadido por Rusia. Sin embargo, el término defensivo es subjetivo. Algunas de las armas defensivas también se pueden usar ofensivamente.
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Hablar de exportar armas puede resultar políticamente peligroso, algo que complica la discusión honesta sobre el tema. Por ejemplo, cuando Robert Habeck, del partido de los Verdes, apoyó el envío de armas defensivas a Ucrania el año pasado, terminó siendo criticado tan severamente que Habeck afirmó más tarde que solo estaba hablando de equipos de desminado.
Aunque Alemania se niega a permitir la exportación de armas de origen alemán a Ucrania en la actualidad, Kiev es un cliente del equipo de defensa alemán. En 2020 y durante los primeros seis meses de 2021, Alemania aprobó 97 exportaciones militares a Ucrania por valor de 5,2 millones de euros (5,8 millones de dólares).
Mientras tanto, los tres estados bálticos de Letonia, Lituania y Estonia han confirmado que enviarán misiles Stinger y Javelin de fabricación estadounidense a Ucrania. “A la luz del aumento de la presión militar de Rusia en Ucrania y sus alrededores, los Estados bálticos han decidido responder a las necesidades de Ucrania y brindar asistencia adicional relacionada con la defensa… Esta ayuda mejorará aún más la capacidad de Ucrania para defender su territorio y su población en caso de una posible agresión rusa”, dijeron los países en un comunicado.
Canciller de Alemania: ‘Las fronteras europeas no deben moverse por la fuerza’
En un discurso reciente durante el evento virtual Agenda de Davos, el canciller alemán Olaf Scholz afirmó que “permanecer en silencio no es una opción sensata” después de varios años de crecientes tensiones. Asimismo insistió en que las fronteras europeas “no deben moverse por la fuerza”. Con respecto a las conversaciones que se están llevando a cabo entre Estados Unidos, la OTAN, Europa y Rusia, Scholz cree que es «demasiado pronto» para evaluar si tales esfuerzos podrían ayudar a reducir las tensiones.
El Canciller alemán declaró que la perspectiva de su país en las conversaciones versaba sobre «nuestro compromiso con la integridad territorial de Ucrania, y sobre un principio clave de nuestro orden de paz común europeo, que las fronteras no deben moverse por la fuerza, que el derecho hace al poder y no al revés… [La parte rusa es] consciente de nuestra determinación… Espero que se den cuenta de que las ganancias de la cooperación superan el precio de una mayor confrontación».
