Tras su regreso del torneo de exhibición en Emiratos Árabes, el tenista español Rafael Nadal dio positivo en Covid-19 y se encuentra actualmente confinado, según él mismo expresó hoy en sus redes sociales.
El ganador de 20 Grand Slams se había vacunado en la primavera europea con la Pfizer, como parte del programa del Comité Olímpico Español rumbo a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Nadal llevaba varios meses sin competir en un torneo por una lesión de su pie izquierdo. En Abu Dhabi (Emiratos Árabes) jugó contra Andy Murray y Denis Shapovalov, pero perdió en ambos partidos, donde -según se pudo apreciar- le faltó ritmo de competencia.
La gran pregunta es si podrá participar del Grand Slam en Australia, para el que falta menos de un mes. Su participación era segura, aunque no contaba con que se iba a contagiar de Covid. Nadal mismo expresó que iba a ir informando sobre la situación de sus próximos torneos.
“Como consecuencia de la situación tengo que tener total flexibilidad con mi calendario e iré analizando mis opciones dependiendo de mi evolución. Os mantendré informados de cualquier decisión sobre mis futuros torneos!”.
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“Estoy pasando unos momentos desagradables pero confío en ir mejorando poco a poco”, escribió el tenista en su hilo de Twitter.
¿Vacunas sí o no?
Nadal no pudo evitar que le consulten sobre su opinión sobre la vacuna contra el Covid-19 y dejó deslizar que sí está a favor, o al menos confía en la palabra de la OMS.
«No estoy a favor ni en contra, sólo estoy siguiendo lo que dice la Organización Mundial de la Salud. No pretendo saber más que las personas autorizadas. Si las personas que realmente saben de esto dicen que debemos vacunarnos, ¿quién soy yo para crear una opinión diferente?», disparó.
La pregunta surgió en el contexto de que se aproxima un gran evento para el tenis el Abierto de Australia, que se jugará desde el 17 de enero de 2022 y estuvo en el ojo de la polémica por la obligación de la vacunación contra el covid para los jugadores.
Sin embargo, este viernes las autoridades del torneo dieron marcha atrás y decidieron aplicar un importante cambio en sus políticas sanitarias, determinando que aquellos tenistas que no estén vacunados contra el covid-19 podrán competir, aunque previamente deberán tener la autorización de parte de un comité de expertos independiente de la organización del certamen.
El cambio seguramente se debió a que el mandato de vacunación había amenazado con dejar afuera a algunas grandes estrellas, tal es el caso del número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic.
Craig Tiley, director del Abierto de Australia, informó este viernes 17 de diciembre, que los tenistas que aún no se hayan vacunado contra el Covid-19 podrán solicitar una excepción médica para participar del torneo. Cada caso será relevado por un panel integrado por tres profesionales vinculados a los campos de inmunología, enfermedades infecciosas y medicina general.
De esta manera, los organizadores del Abierto de Australia también buscan evitar bajas voluntarias como las que ya ocurrieron con el francés Pierre-Hugues Herbert y la joven promesa australiana del tenis Olivia Gadecki, quienes expresaron abiertamente su negativa a recibir la vacuna contra el coronavirus y no piensan cambiar de opinión.
Otra estrella que tampoco jugará en el torneo es el francés Jeremy Chardy, quien afirma haber sufrido una reacción adversa severa a la vacuna Pfizer COVID-19 en septiembre de este año.
El jugador de 34 años -que venció a la leyenda del tenis Roger Federer en 2014- ahora no puede realizar ninguna actividad intensa.
Chardy dijo sobre su angustiante experiencia:
“Desde que me vacuné (entre los Juegos Olímpicos y el US Open), tengo un problema. Estoy sufriendo. No puedo entrenar, no puedo jugar”.
“En mi cabeza, es difícil porque no sé cuánto va a durar. Por ahora, mi temporada ha terminado y no sé cuándo se reanudará. Es frustrante porque comencé el año muy bien. Estaba jugando muy bien y luego fui a los Juegos Olímpicos donde también me sentí muy bien”.
“Es frustrante, especialmente porque no me quedan diez años para jugar. Lamento haberme puesto la vacuna, pero no podía haber sabido que esto pasaría”.
