El 23 de octubre, el director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, dijo en un tuit que la hiperinflación está «ocurriendo» y que cambiará «todo». El tuit de Dorsey destacó la presión inflacionaria que enfrenta Estados Unidos y su tuit se convirtió rápidamente en un tema candente. En una entrevista del 24 de octubre con CNN, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, desestimó las preocupaciones sobre la inflación.
“No creo que estemos a punto de perder el control de la inflación… Sobre una base de 12 meses, la tasa de inflación se mantendrá alta durante el próximo año debido a lo que ya sucedió. Pero espero una mejora de mediados a finales del próximo año… la segunda mitad del próximo año”, dijo Yellen.
La secretaria del Tesoro señaló que Estados Unidos se ha visto afectado por una interrupción del suministro debido a un aumento de la demanda tras la reapertura económica. Ella espera que estos cuellos de botella «disminuyan» a medida que el país emerge de la pandemia. «Los estadounidenses volverán a la fuerza laboral a medida que mejoren las condiciones», agregó.
Sin embargo, los expertos de la industria no están de acuerdo con su opinión. Las compañías de carga han advertido que el mandato de vacunas del presidente Joe Biden representa una amenaza para la cadena de suministro, ya que podría provocar una escasez de trabajadores. El mandato ha fijado como fecha límite el 8 de diciembre para que los contratistas federales vacunen a sus empleados.
En lo que respecta a la inflación, se espera que el impulso de Washington para inyectar más dinero a la economía empeore las cosas.
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“La administración Biden está tratando de llegar a este acuerdo para gastar alrededor de otros 2 billones de dólares, lo que hace un total de gastos extraordinarios de 5 billones de dólares este año. La inflación está creciendo a su ritmo más rápido en 30 años. Si la economía ya se está sobrecalentando, ¿gastar aún más dinero está echando gasolina al fuego de la inflación? El presentador de CNN, Jake Tapper, le preguntó a Yellen en una entrevista.
La secretario del Tesoro respondió que el paquete de gastos provocó que el desempleo cayera al 4,8 por ciento e insistió en que las tasas mensuales de inflación han «caído sustancialmente» desde los altos niveles observados en la primavera y principios del verano.
Según un informe publicado por el Departamento de Trabajo a principios de octubre, el índice de precios al consumidor (IPC) de EE. UU. se encuentra en un máximo de tres décadas y los precios en septiembre aumentaron un 5,4 por ciento interanual. La inflación ha provocado aumentos de precios en prácticamente todos los bienes de consumo.
Algunos se han manifestado en apoyo de la política económica de Washington. Cathie Wood, directora ejecutiva de ARKinvest, dijo que la inflación no aumentó como se esperaba después de la flexibilización cuantitativa de la Fed en 2008-09. En cambio, la velocidad del dinero, que se refiere a la tasa de rotación del dinero por año, disminuyó. Esto ha moderado los efectos de la inflación.
“Ahora creemos que tres fuentes de deflación superarán la inflación inducida por la cadena de suministro que está causando estragos en la economía global. Dos fuentes son seculares o de largo plazo y una es cíclica. La innovación habilitada tecnológicamente es deflacionaria y la fuente más potente”, dijo Wood en un tuit.
Larry Summers, un asesor económico durante la administración Obama, cree que Estados Unidos corre más riesgo de «perder el control de la inflación que en cualquier otro momento de mi carrera». Criticó la postura de Yellen de que la inflación está disminuyendo y volverá a niveles normales el próximo año, y señaló que las tasas del IPC están alrededor del 5 por ciento.
“De hecho, creo que la brecha entre las declaraciones del Tesoro y la Fed y la experiencia diaria de las empresas y los consumidores en términos de inflación se ha ampliado en los últimos meses. Hasta que la Fed y el Tesoro reconozcan plenamente la realidad de la inflación, es poco probable que la enfrenten con éxito”, dijo Summers en un tuit. Espera que la inflación inmobiliaria se «dispare» en los próximos meses. La inflación salarial también es «probable».
