La primera mitad de la Cumbre Mundial para Combatir y Prevenir la Sustracción Forzada de Órganos, que se celebró en línea, concluyó el 19 de septiembre y atrajo a una gran audiencia, con más de 200.000 espectadores, y reunió a profesionales de todo el mundo en los campos de la medicina, el derecho, el mundo académico y la política, que presentaron conmovedores discursos y participaron en sesiones de preguntas y respuestas en directo.
Sesión 1
Medicina de trasplante en una encrucijada: una profesión basada en la ética es usurpada y reutilizada para el genocidio
Los profesionales médicos de Taiwán, Alemania, Irlanda y los Estados Unidos coincidieron en que la sustracción de órganos a presos de conciencia que no dieron su consentimiento en China es una grave violación de los derechos humanos y la ética médica internacionalmente aceptados. La profesión médica debe guiarse por ideales altruistas en lugar de beneficios económicos. La comunidad médica mundial está llamada a elegir entre la acción ética o la complicidad en crímenes de lesa humanidad.
El Dr. Raymond Scalettar, profesor emérito de la Universidad George Washington y ex presidente de la Junta de Fideicomisarios de la Asociación Médica Estadounidense (AMA, por su sigla en inglés), señaló serias preocupaciones éticas que surgieron cuando Annals of Surgery publicó un artículo de unos cirujanos chinos especializados en trasplantes que encontraron pulmones compatibles para un paciente anciano con neumonía por COVID-19 en sólo 3 o 4 días.
«En los Estados Unidos, con un registro enorme de donantes de trasplantes mucho más grande que China, el tiempo de espera mínimo para este tipo de donante… es de 15 días».
Desde 2000, China ha desarrollado una industria de trasplantes de órganos muy lucrativa que es un sistema opaco sin transparencia ni trazabilidad. El número real de cirugías de trasplante realizadas supera con creces las estadísticas nacionales oficiales del gobierno. Hay muchos grandes centros hospitalarios importantes que dependen de los trasplantes de órganos como principal fuente de ingresos.
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Shi-Wei Huang, Director de Urología, Hospital Universitario de Taiwán, Rama Yunlin, Taiwán, dijo que el turismo de trasplantes de Taiwán comenzó en la década de 1990 con pacientes que iban a China para recibir trasplantes de riñón. Sin embargo, esos números aumentaron rápidamente después del 2000, poco después del inicio de la persecución a Falun Gong en 1999, con pacientes que acudían en masa a China desde Taiwán, así como de Corea del Sur, Japón, el sudeste de Asia, el Medio Oriente y los países occidentales.
El Dr. Huang dijo: «En China, mientras persistan las violaciones de derechos humanos y el PCCh permanezca opaco sobre la información y los datos, es poco probable que desaparezca el abuso de trasplantes».
Sesión 2
En pos de la rendición de cuentas por la sustracción forzada de órganos
Expertos legales de Canadá, Corea del Sur, España y Taiwán discutieron los precedentes legales de los esfuerzos pasados y actuales para combatir la sustracción forzada de órganos vivos. Recomendaron que los países se unan en sus esfuerzos para emprender acciones legislativas para detener las atrocidades del trasplante de China y castigar a los perpetradores y cómplices.
David Matas, mundialmente conocido por ser uno de los primeros en investigar y exponer la matanza masiva de presos de conciencia en China por sus órganos, ofreció una descripción general del panorama legal que rodea al trasplante en China. “El estado de derecho no existe en China. En lugar del imperio de la ley, existe el imperio del Partido».
El juez Kim Song de Corea del Sur argumentó que la medida más disponible y conveniente para que los países de todo el mundo la utilicen contra la sustracción forzada de órganos en China es la Ley Magnitsky.
En 2016, la Ley Global Magnitsky de Responsabilidad por los Derechos Humanos autorizó al gobierno de Estados Unidos a sancionar a las personas extranjeras implicadas en abusos contra los derechos humanos en cualquier parte del mundo, congelando los activos estadounidenses que posean y prohibiendo su entrada en Estados Unidos.
Theresa Chu, una abogada taiwanesa, señaló que “la sustracción forzada de órganos no solo se usa para llevar a cabo la limpieza y el genocidio de practicantes de Falun Gong y grupos étnicos minoritarios, como los uigures, sino que también está implicada en los enormes beneficios económicos derivados del trasplante de órganos, la venta transnacional de órganos, el turismo de trasplantes y el corretaje de órganos».
Sesión 3
Los políticos, como administradores y líderes de la sociedad, tienen la responsabilidad de combatir la sustracción forzada de órganos.
Líderes gubernamentales y responsables políticos de Suecia, Francia, España, Reino Unido y Estados Unidos condenaron unánimemente y pidieron el fin de las violaciones de los derechos humanos en China, especialmente la sustracción forzada de órganos de presos de conciencia patrocinada por el régimen, y se mantuvieron unidos en la defensa de la adopción global de valores humanos y normas éticas aceptadas.
Steve Chabot, congresista del Estado de Ohio, dijo que «el público en general no es consciente de esta horrible práctica, y mucho menos de que ocurre a gran escala».
Concluyó que “un mundo que se ajusta a los valores del PCCh es uno en el que aquellos que no siguen la línea del partido pueden ser enviados a un campo de concentración o que les extirpen los órganos. Esa es una visión para un mundo en el que nadie quiere vivir. Y esa es la visión del mundo contra la que todos estamos luchando ”.
La Cumbre finalizó el 26 de septiembre con el lanzamiento de una nueva Declaración Universal sobre la sustracción forzada de órganos.
Fundada en 2006, Médicos contra la sustracción forzada de órganos (DAFOH) crea conciencia e informa a la comunidad médica y a la sociedad sobre la sustracción de órganos no ética, con un enfoque particular en China.
